Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Galardón

Triplete de arquitectos emergentes

Un grupo de estudiantes de la Universitat Politècnica encadena tres premios internacionales consecutivos - Algunos ya colaboran en proyectos con estudios valencianos

Triplete de arquitectos emergentes

Están aún en esa edad en la que las prioridades gravitan en torno a los exámenes. «Ahora nos toca estudiar, pero en verano€ en verano sí que haremos alguna cosa, incluso con visos de ser construida, que nos hace mucha ilusión», proyecta Álvaro Olivares. Tiene 22 años y estudia cuarto de Arquitectura en la Universitat Politècnica de València, igual que los tres compañeros con los que ha formado un grupo singular.

Sevak Asatryan, Esther Sanchis, Eduardo Sancho y el propio Álvaro se han presentado a tres concursos internacionales en lo que va de curso y han obtenido premio en los tres: un primero con el diseño de unos baños termales en la Serra da Estrela de Portugal; otro primero con el diseño de un columpio de exteriores para el concurso de la firma Gandía Blasco; por último, un segundo con el diseño de un complejo hotelero en un antiguo faro cercano a Siracusa para un certamen del gobierno de Italia junto a Young Architechts Competitions, abierto también a estudiantes. Dice Olivares que en su clase hay más como ellos, que se presentan a concursos, pero ninguno ha conseguido una racha tan extraordinaria.

Hasta el momento estos cuatro estudiantes han caminado siempre de la mano. «Desde primero de carrera hemos realizado muchos viajes juntos, principalmente por Europa pero también por fuera... Mucho de lo que hemos aprendido viene de ahí», reflexiona Olivares. Cuando expone lo que han significado los premios para ellos, no se le olvida reseñar que el último, el de los hoteles en Siracusa, les ha reportado 4.000 euros. No es para pasar por alto un pellizco así cuando no te has desligado de la paga paternal. Menos cuando perteneces a una generación que entró a estudiar con el futuro demolido. «Lo que hacemos nos sirve como ejercicio para el futuro», el joven integrante del grupo, «cuando salgamos de aquí „de la universidad„ cada uno tendrá que buscar su lugar y tampoco puedes cerrarte a un solo campo: algunos de nosotros se han interesado por el diseño y hacen logotipos, yo estoy probando con la fotografía...». De momento ya han conseguido entrar a colaborar con algún estudio valenciano, aunque Olivares es cauto y prefiere no dar más detalles de dónde andan metidos.

En la arquitectura, apunta el joven, se inscriben en una corriente que «busca la belleza a través de la humildad» y que «huye de lo lujoso». «Nos identificamos con la arquitectura que respeta el paisaje y no es muy parlante», detalla el estudiante. Entre sus influencias, precisa, los cuatro comparten devoción por la «escuela portuguesa» y, en consecuencia, por Álvaro Siza.

De su propia ciudad les interesan, por ejemplo, algunos «rinconcitos» del Carmen, donde se encuentra «arquitectura cariñosa con el entorno». Eso constituye una hoja de principios para el futuro: huir de la megalomanía hecha urbe.

Compartir el artículo

stats