Cumple 30 años el Palau de la Música con la intención de renovarse sin estridencias. En la temporada que se presentó ayer, la primera de la nueva era dado que la anterior aún tenía la firma de Mayrén Beneyto, los protagonistas esbozaron el futuro de un auditorio que sigue sin desprenderse de incertezas estructurales. Lo que sí parece claro es que el Palau quiere «abrirse a nuevos públicos», en palabras de su presidenta, Glòria Tello, y mezclarse con Les Arts, después de una época de «reinos de taifas», expresaba el alcalde de Valencia, Joan Ribó.

Por ello el auditorio se lanzará a ofrecer bandas sonoras en directo durante la proyección de películas; se reforzará el programa educativo (del concierto actual a los seis del nuevo curso); también el social, que ha llevado este año a la OV a tocar en La Fe o en la prisión de Picassent; y se ofrecerá un ciclo, los Conciertos en vaqueros (con actuaciones más cortas), que pretenden ampliar el radio de influencia del Palau sobre la ciudadanía. Siguiendo la línea de mestizaje, habrá fusión con Livermore en una producción semidramatizada de El holandés errante con la soprano Catherine Foster.

Esas son algunas de las sendas que dejan abiertas los responsables del próximo curso, presentes ayer: el subdirector musical Manuel Muñoz; el director de la OV, Yaron Traub; y la propia Tello, quienes estuvieron apadrinados para la ocasión por el primer edil de la ciudad. Esta hoja de ruta, sin embargo, no tiene el sello de quien será en unos días la cara visible del auditorio: su director artístico. Incidía Tello en que el jurado tendrá un nombre antes de final de mes y que este podrá «realizar cambios» en un programa cuya confección no podía esperar a quien se encargará de ejecutarlo.

Sea quien sea el elegido, además, tendrá que abordar otro asunto relevante: la continuidad del propio Traub, que ayer reivindicaba su labor al frente de la OV en estos 11 años, aseverando que la formación está en su «mejor momento», días después de que este periódico diera a conocer una encuesta realizada entre los músicos en la que se muestran en su mayoría contrarios a la renovación del líder de la orquesta. Traub, por su parte, decía sentirse con «ilusión» para seguir.

Barenboim, Bartoli, Flórez...

Son nombres propios que visitarán el Palau durante un curso que tendrá 18 conciertos más de la OV y 9 más en total. Apuntaba Muñoz que no hay, sin embargo, una ampliación significativa del presupuesto, sino una «optimización» del mismo, exprimiendo las visitas. Barenboim, por ejemplo, tocará junto a la orquesta y también en recital. Él será el encargado de abrir el ciclo dedicado a todas las sinfonías y todos los conciertos para piano de Beethoven. Cecilia Bartoli regresará al auditorio, también lo hará Sokolov, y debutará Juan Diego Flórez.

La London Philarmonic y la Filarmónica de San Petersburgo serán las grandes orquestas que aparecerán en una temporada para la cual Tello anunció un nuevo sistema de abonos más flexible. También señaló que el Festival de Jazz renuncia al patrocinador principal, Seagram´s, por tratarse de una bebida alcohólica, cuando el propósito es ampliar las actividades del certamen al público infantil.