El patronato del Museo de Bellas Artes de Valencia „el conocido como San Pío V„ se reunió ayer al completo para tratar el plan museológico que su director, Juan Ignacio Casar Pinazo, avanzó el pasado mes de febrero.

Casar Pinazo mostró su satisfacción a Levante-EMV al señalar que el documento trasladado ayer al órgano del museo fue acogido de una «manera positiva» por parte de los miembros que lo integran.

De este modo, el director „todavía provisional„ de la pinacoteca explicó que el siguiente paso es que el Ministerio de Cultura saque a concurso público el proyecto museográfico a desarrollar por la empresa que finalmente gane la convocatoria. La elaboración del plan por parte de la dirección del museo era el requisito necesario para que el ministerio licite el proyecto. Este proyecto debería respetar las líneas maestras „la «idea rectora»„ establecidas en el plan presentado por Casar Pinazo, que sigue una base conceptual respecto a la naturaleza del museo.

En cuanto a plazos, Casar Pinazo señaló que el Ministerio de Cultura debería abrir el concurso en «dos o tres meses», pero que los «efectos» definitivos del proyecto no se verían hasta 2018, avanzó. El director del museo señaló además que todavía no hay un presupuesto para desarrollar el proyecto y que este punto corresponde al ministerio, que es quien debe establecer la partida necesaria.

Respecto al plan que se presentó el pasado mes de febrero, el director del museo señaló que ha habido algunas modificaciones. Uno de los puntos «estrella» de aquel primer documento fue el discurso expositivo con el arte valenciano hasta 1960 como eje. Esta nueva «versión» del plan amplía e incorpora el patrimonio artístico más contemporáneo hasta los años 80.

Igualmente, ha habido consenso en la incorporación de disciplinas como escultura y artes suntuarias, así como de dibujos y grabados que ya tendrían su propia sala y que estaría ubicada en el deambulatorio superior de la cúpula. De este modo, el museo se abriría más allá de concepto de pinacoteca, como ya recogía el documento presentado en febrero.

Casar Pinazo avanzó también la cantidad de obras que conforman este plan y que ascienden a 693 pinturas y 260 piezas, entre escultura y de artes suntuarias.

Por su parte, el presidente de la Real Academia de Bellas Artes, Manuel Muñoz, vicepresidente del patronato, alabó que se hayan incorporado algunas de las propuestas que hizo la institución que dirige y aplaudió la «posibilidad de diálogo». Además, Muñoz recordó que la academia había propuesto una futura ampliación del museo que incluyera el Convento de la Trinidad que ya ocupó la Sala Parpalló. «El museo se ha motivado en esta dirección con el ayuntamiento y arzobispado para avanzar en esta línea», dijo.

La conselleria pide un consorcio

Por su parte, la Conselleria de Cultura propuso en la reunión aumentar la autonomía de la pinacoteca y tener una «mejor financiación» mediante la fórmula de un consorcio que incluiría en sus órganos de gobierno a la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, entre otras instituciones. El desarrollo corre a cargo de un grupo de trabajo creado para estudiar diferentes posibilidades e impulsado por el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, y la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga. Las instituciones promotoras del consorcio serían la Generalitat, que en la actualidad tiene transferida la gestión del Museo de Bellas artes, y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que es el titular.