­«Queremos transmitir esa sensación de creer que tienes 18 años y estás de vacaciones». Así definió Santiago Pumarola el leitmotiv de Benidorm Mon Amour, el salto a la gran pantalla de la serie más célebre de la historia televisiva valenciana, que regresa al estilo de Bienvenidos al Norte o Resacón en las Vegas. «Hemos cogido el alma de la Alqueria Blanca, pero universalizando las tramas para que se convierta en una comedia accesible para todos los públicos del territorio nacional», explicó ayer el director, Santiago Pumarola, durante la presentación de la película, que se estrena hoy en Cines ABC Park, ABC Gran Turia o en Cines MN4.

El proyecto se centra en las vacaciones en Benidorm de Jaume (Miguel Barbera), Sento (Óscar Pastor), Tommy (Manuel Maestro) y Tonet (Ferran Gadea), que se ven inmersos en una delirante trama entre «polis y cacos» que los lleva a conocer a unas exuberantes francesas que les harán despertar la faceta más desconocida y descarada de estos personajes entrañables de una serie, que precisamente se hizo muy popular por agradar a todos los públicos. Estefanía Zaragoza, Jose Lamuño, Diego Braguinsky o Andreu Castro son algunos de los actores que participan en esta producción, rodada en un 40% en valenciano.

En Benidorm Mon Amour, el espectador podrá ver al Sento más pícaro y al Tonet más pasional ante la tentación que suponen las extranjeras en el litoral. «Confiamos en que al menos triunfe entre los fans de la serie, a pesar de que se muestran facetas de ellos que el espectador no ha visto nunca», aseguró Pumarola.

Tal y como asegura el equipo de rodaje, la película cuenta con importantes influencias de la comedia española y del destape de entre los 50 y 60. Aquellas idas y venidas de los personajes de las películas de Gracita Morales y Arturo Fernández, donde la mujer se posicionaba como el gran personaje transgresor con desnudos y salidas de tono que hacían enloquecer al varón protagonista.

«Las mujeres encarnan la mayor parte de la iniciativa en la película, y son las que hacen posible que los cazadores sean cazados», explica el director, quien reconoce que hay un cierto riesgo en llevar un formato de «época» a la actualidad, aunque lo considera «universal», por lo que las risas no suelen fallar. «Contamos con la ventaja de que los personajes además de conocidos, son queridos. Al llevar a cabo una película de estas características no quisimos ‘tocar’ el entorno de la Alqueria, porque queremos que continue así de ‘puro’ para los telespectadores», afirmó el director, quien ya comprobó esta semana la reacción de los primeros fans que se acercaron al preestreno de la película en Barcelona esta semana. «Algunas personas se extrañan del giro del algunos personajes y del tono de alguna escena en la película, pero yo les digo: ¡Eso lo veis en Resacón en las Vegas y no os llama la atención!», espetó.

«Esperamos volver»

Benidorm Mon Amour ha contado con un presupuesto total de 1,5 millones de euros, donde también se ha implicado el l’Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC), que ha aportado 300.000 euros. La película no sólo se proyectará en la ciudad de Valencia y en varios cines de municipio de la Comunitat Valenciana, sino que también se encontrará en varias salas del resto de España.

«Es el peor momento para estrenar una película de estas características, pues ya no existe una televisión autonómica que apoye el proyecto ni un sector audiovisual fuerte que lo rodee», reconoció el productor Ximo Pérez, quien aseguró que el equipo de la Alqueria Blanca todavía cuenta con esperanzas sobre la permanencia de la serie en una futura RTVV. «Estaríamos encantados de que continuara. La última temporada no pudo emitirse, aunque ya habíamos grabado ocho capítulo de los 30 que se iban a emitir», afirma Pérez.

La película, que se rodó en cuatro semanas en Cullera y Sueca, espera tener, al menos el mismo éxito de On collons està Sento?, la producción teatral que trasladó estos personajes a la escena, aunque desde un punto de vista más costumbrista y recatado.