­Manuel Escribano resultó herido de gravedad ayer durante la cuarta corrida de la Feria de Hogueras de Alicante. El diestro de Gerena fue corneado en la zona inguinal al entrar a matar al cuarto toro de la tarde. La seriedad del percance se sintió en toda la plaza desde un primer momento, ya que el torero sangraba abundantemente cuando era trasladado en volandas a la enfermería por los miembros de su cuadrilla. El cirujano jefe de la Plaza de Toros de Alicante, José María Reyes, intervino al torero de una herida de asta de toro que secciona la arteria femoral y de otra que interesa la zona testicular. Fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Clínica del Perpetuo Socorro, donde ha estado bajo observación toda la noche.

En el apartado artístico, Escribano fue el triunfador de la tarde al cortar una oreja del ejemplar de Adolfo Martín que le hirió y una más del primero de la tarde, un toro exigente al que había que hacerle las cosas muy bien y con el que el sevillano estuvo muy decidido. Mató de estocada trasera y paseó una oreja después de sonar un aviso. El personal le pidió la oreja tras la cornada, petición que fue atendida por el presidente. Paco Ureña cortó una oreja de un ejemplar con nobleza y humillación, al que le faltó algo más de fuerza y raza. Francisco Palazón escuchó los tres avisos en el primero de su lote tras pasar al toro de muleta. Injusto final para un coletudo que apenas torea. Ante el quinto, áspero y duro, decidió abreviar y lo mató de una estocada.