­La conexión entre Clara Lago y Leonardo Sbaraglia sólo se podría explicar con una mecha y algo de pólvora, pues la química es lo que hace que estos dos actores se desenvuelvan tan bien en escena, a pesar de que les separa un océano entero. «No nos conocíamos previamente», asegura Clara Lago entre risas ante las preguntas de los periodistas. Los actores fueron los invitados de honor de la gala de clausura de Cinema Jove en el Teatro Principal, donde se proyectó en exclusiva Al final del túnel, una co producción hispano-argentina del director Rodrigo Grande y que ha contado con la participación de los actores.

«Ahora que nos conocemos esperamos trabajar más juntos», asegura la actriz española, que afirma estar «muy satisfecha» por las buenas críticas del filme, que ya se ha estrenado en Argentina y que llegará a España el 12 de agosto. La película, un thriller con tintes de drama, narra la vida de Joaquín, un hombre en silla de ruedas que vive recluido en su vivienda hasta la llegada de Berta y su hija Betty, que le alquilan una habitación. La convivencia de estos personajes se verá truncada por un descubrimiento insólito bajo de la vivienda.

«En la película todos acabamos convirtiéndonos en los salvavidas de todos. La llegada de Berta y Betty le devuelve a Joaquín las ganas de luchar», afirma el actor argentino, quien únicamente pasó un mes y medio preparándose el personaje. «Me puse en contacto con gente que se movía en silla de ruedas. En factor físico fue lo que marcó los límites en el rodaje, ya que me suponía un gran esfuerzo gran grabar algunas escenas», asegura Sbaraglia, que además reconoce haber «tenido ventaja» en cuanto a la preparación de este tipo de papel, ya que acababa de finalizar el rodaje de Sangre en la boca de Hernán Belón, donde interpreta a un boxeador. «Nunca había estado tan fuerte físicamente. Al final del túnel me exigía tener mucha resistencia en los brazos para moverme por diferentes superficies durante las nueve semanas en las que duró el rodaje», explica el actor.

Del vasco al argentino

Si hay algo en lo que ha destacado Clara Lago en sus últimas películas es en versatilidad, sobre todo en cuanto a acentos. De interpretar a una joven abertzale en 8 apellidos vascos, pasó a ponerse en el papel de una argentina al lado de actores de raza como Sbaraglia, algo que según la actriz se tomó como un «desafío». «En la prueba hice el acento argentino a mi manera, y se ve que me vieron tan segura que me cogieron. Yo simplemente hice lo que yo creí que hacían los argentinos», asegura la actriz, cuyo acento avala el propio Sbaraglia. «Mi madre creyó que Clara era argentina cuando la conoció», asegura el actor.

El filme ha contado con un presupuesto de 2 millones de euros, «todo un lujo» dentro del sector audiovisual argentino, según el actor. «Hay películas que únicamente se podrían haber hecho con una coproducción, como es el caso de El secreto en sus ojos de Juan José Campanella. Normalmente, las películas argentinas cuentan con 800.000 euros de presupuesto y cinco semanas para rodar, lo que no riñe con una buena acogida del público», afirma el actor.