«¡Salvado por la campana!». Es lo que debió pensar ayer Salvador Montesa, uno de los artistas valencianos más importantes de la vanguardia, durante la inauguración de la exposición «Salvador Montesa, entre la figuración y la abstracción», que pretende repasar su trayectoria a través de 59 obras en la Fundación Chirivella Soriano de Valencia, tras más de dos semanas frenéticas con desencuentros incluidos. 20 días es el tiempo en el que el artista y su familia tuvieron para preparar el proyecto en la sede de la fundación en el Palau Joan de Valeriola, tras recibir un aviso del Consorcio de Museos de la Generalitat por el que le comunicaba la imposibilidad de poner en marcha el proyecto, que iba a ser expuesto a caballo entre el Centre del Carme y la fundación.

El motivo era bien claro: el tijeretazo impuesto por el Ministerio de Hacienda a las instituciones autonómicas. Este recorte, el más reciente del ministerio que encabeza Cristóbal Montoro, deja al Consorcio de Museos sin un 12,22 % de su presupuesto aprobado en la presente legislatura. En concreto, 213.930 euros que se ven obligados a retirar de proyectos ya programados. «Este recorte nos ha dejado fuera de juego. Nada me desagrada más que una situación como esta, pero debido a nuestro alto sentido institucional nos hemos visto obligados a tomar una decisión», aseguró ayer el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, que decidió cancelar la muestra junto a todas las programadas en el Centre del Carme. Sin embargo, a pesar del poco margen de tiempo, la Fundación Chirivella Soriano quiso acoger la exposición, que estará abierta al público hasta el 2 de octubre, haciendo uso del convenio que mantiene con el Consorcio, que el propio Manuel Chirivella ha tildado de «flexible» con la situación que vive la entidad autonómica.

«Lo que ha pasado no afecta en absoluto a la relaciones entre la fundación y el Consorcio, sino todo lo contrario. Sería absurdo que José Luis Pérez Pont, que acaba de incorporarse, asumiera toda la responsabilidad», excusó el director de la Chirivella Soriano, quien además ha asegurado que la relación entre los colectivos será «duradera». Tal y como ha asegurado el propio director del Consorcio a Levante-EMV, la entidad mantiene conversaciones con la Conselleria de Cultura para poner en marcha un Plan Económico con el objetivo de recuperar el presupuesto que se ha recortado, y así continuar con la programación de 2016 con los mínimos cambios. En concreto, el Consorcio necesitaría al menos 156.000 euros para llevar adelante las exposiciones que ya están fechadas.

«El Carme, mi pequeña patria»

«Ha sido una gran decepción que la muestra no pueda estar en el Centre del Carme, ya que el espacio cuenta con una gran significado emocional para mí. En su día fue la Escuela de Oficios, a la que entré con 11 años, hasta acabar los estudios de Bellas Artes. Allí conocí a Juan Genovés o Doro Balaguer, como también a otros artistas de la época como Federico Montañana o Custodio Marco. El Centro del Carme es como mi pequeña patria», resaltó un Montesa emocionado tras ver por fin realizada la muestra que repasa cuatro etapas de su obra, desde sus inicios en las vanguardias (1949-1957); su periodo abstracto (1957-1964), cuando se incorpora al Grup Parpalló, mediante el cual algunos artistas intentaron conectar el panorama artístico valenciano con el internacional; su etapa de realismo mágico (1964-2008), donde trata de acercarse al espectador; y su último periodo, donde lleva a cabo un reencuentro con la abstracción (2008-2015).

En 2013, tanto el artista como su familia comenzaron a reunir las obras para la exposición, y el pasado mes de febrero se aprobó el proyecto. La muestra no está completa a causa de la «improvisación» a la que han estado obligados, según el artista. De hecho, la exposición iba a contar, entre las más de 100 obras que se planteaban en un principio, con el lienzo que hizo ganador a Montesa del Premio de la Ciudad de Valencia en 1951. La obra se encuentra en el Museu de la Ciutat, y es una pieza clave en la primera etapa de su trayectoria, que ahora pierde cierta representación.