Exactamente 2.142.000 euros que el BBVA prestó en 2012 a Proyecto Cultural Castelló, entidad que acabaría integrada en el conglomerado de CulturArts un año después, y arrastraría consigo la deuda. El nuevo director del ahora renombrado Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos, se encontró con el vencimiento del pago en mayo de este año a los pocos días de acceder al cargo. Pago que, además, no había sido previsto en los presupuestos.

El agujero, del que informó en su día Eldiario.es, ha obligado a los nuevos responsables del conglomerado a dos cosas: primero a abonar los más de dos millones al banco y, después, a buscar una negociación con la conselleria de Hacienda para que el Fondo de Liquidez Autonómica palíe el esfuerzo realizado por la institución cultural, que tuvo que extraer ese dinero del capítulo 2 de presupuesto, dedicado a la programación. Para el conjunto de espectáculos de todo el año, CulturArts tenía fijados 8 millones de euros, por lo que el agujero representa un 25 % aproximandamente del total. Uno de los problemas con los que se encontró entonces Guarinos es que en el momento en que vencía el pago de la deuda aún no habías sido firmado el FLA, por lo que la única posibilidad era asumir la deuda.

Una vez firmado el fondo de liquidez, desde el conglomerado apuntan que tratan de se reduzca el agujero al mínimo para que la programación hasta final de año no se vea muy afectada.