­La asociación profesional de libreros marca un nuevo rumbo en su gestión y nombrará a un director técnico que se encargue de administrar la organización, así como de la Feria del Libro. De esta manera, el gremio intenta poner fin de a las críticas por parte del sector más crítico de los libreros, que acusaban a la anterior junta de falta de transparencia en las cuentas. El objetivo del nuevo equipo directivo es profesionalizar el gremio, con tal de hacer más eficiente su gestión y tener más presencia en la calle.

Las 65 librerías que componen la organización eligieron la semana pasada a los nueve miembros que de su Junta Directiva, entre los que se encuentran cinco nuevos libreros. Jorge Cabezas (Somnis de Paper) fue el más votado con 36 votos, mientras que el actual presidente, David Cases (Librería La Traca), fue el segundo más votado. Cabezas conforma junto a Sara Sánchez (35 Formiguetes), Maria Bravo (Ambra Llibres), Rafael Domínguez (Tirant Lo Blanch) y Juan Pedro Font de Mora (Librería Railowsky) la savia nueva del Gremi, que tanto demandaba una parte de la organización. A estos, se suman otros libreros que ya estuvieron presentes durante el anterior mandato al lado de Casas, como son Nacho Larraz (El Cresol), Cristina Campos (Librería Viridiana) y José Pérez (Rei En Jaume). La dirección del gremio se amplía de ocho a nueve miembros a causa del empate a 25 votos entre cinco personas, por lo que los elegidos votaron por unanimidad que se ampliara la directiva a nueve. «Los nuevos integrantes queremos garantizar el cambio de la organización», afirman desde el nuevo sector de libreros de la junta, que la califican de «más transversal» tras sus incorporaciones.

Los libreros elegirán la próxima semana el cargo que asumirá cada uno de los integrantes, incluido a su presidente y vicepresidente. Nacho Larraz es uno de los nombres que se perfilan como sucesor de Casas en la dirección de la directiva, ya que éste posiblemente se quede con la vicepresidencia.

Los sueldos, en el aire

La junta baraja además que el presidente del gremio deje de percibir un sueldo, ya que el técnico pasaría a ocuparse del grueso administrativo de la gestión, aunque la junta continuará siendo el órgano político y quien marque la línea a seguir de la organización. Uno de los principales interrogantes de esta nueva etapa es la dirección de la Fira del Llibre, que antes ocupaba Gloria Mañes. Aunque está previsto que el futuro director técnico se ocupe de la gestión del certamen librero junto al órgano directivo, todavía está por ver si algún miembro de ésta se encargará de ser su representante oficial.

Otros de los retos a los que se enfrenta el gremio es la gratuidad de los libros de texto o su deseo en tener más presencia en las calles. «Queremos seguir ampliando la Fira del Llibre, tanto es expositores como en actividades, y tenemos la intención de organizar mayor número de ferias temáticas en todo el territorio, con tal de dar visibilidad al libro», asegura Larraz, quien señala el principal reto al que se enfrenta el Gremi: el bajo índice de lectura en la Comunitat Valenciana. «Tenemos que seguir apoyando la promoción de la lectura, sobre todo la de los autores que escriben en valenciano, ya que los libreros somos los principales prescriptores», afirma el librero de El Cresol, quien asegura que la directiva pretende potenciar la formación mediante encuentros formativos con otras confederaciones de comercio.