El Festival Internacional de Benicàssim se presenta hoy impoluto, bien limpito y puntual, que dan ganas de no tocarlo para que no se estropee. Los fibers observan el cartel como quien observa el helado inaugural del verano, justo antes de darle el primer bocado. Desde hoy y hasta el domingo, los diferentes escenarios del recinto acogerán casi un centenar de actuaciones. En el cartel triunfa una vez más el eclecticismo. Del punk al hip hop, pasando por la electrónica, el folk, el pop y el rock en numerosas variantes; con grupos locales, autonómicos, nacionales e internacionales; el FIB ofrece respuestas para cualquiera que sea la pregunta.

También mezcla, como suele, lo familiar con lo desconocido. Dos de los cuatro cabezas de cartel no han tocado aún en el FIB. Sí en Benicàssim en el caso de Major Lazer, la apuesta fuerte de esta noche, que actuó en el pasado Rototom. Tampoco ha estado en el FIB Kendrick Lamar, que liderará el cartel del domingo. El de Compton es uno de los tótems de la escena del hip hop actual. En el ramo, asentado en el festival, también estarán los escoceses Young Fathers y el irlandés Rejjie Snow. La parcela rockera desemboca en la grandilocuencia de Muse, aún en la retina su espectacular puesta en escena de 2007. El otro cabeza de cartel, The Chemical Brothers, fue uno de los que hizo arraigar el género electrónico en el festival, aún en el Velódromo, allá por los noventa. En su escolta, destacan apuestas como Jamie xx, Skepta, Massive Attack o Disclosure, por ejemplo.

Pero hay más. El festival pretende continuar la línea de recuperación que experimentó el pasado año, cuando recuperó público nacional y amplió el abanico de edades. Para ello insiste en la variedad. No faltan puntales de la segunda línea, con Bloc Party, Biffy Clyro, DJ Shadow, Echo & The Bunnymen, The Vaccines, Band of Skulls, The 1975, The Maccabees, Fidlar, Soulwax, The Soft Moon, Hooton Tennis Club, Walking on Cars o Kero Kero Bonito, cada uno en su franja, pero muestra de la realidad del FIB más allá de nuestras fronteras.

La programación nacional, por su parte, se vende en su mayoría como una especie de derbi futbolístico, un Barça-Madrid entre Razzmatazz y Ochoymedio. Hay clásicos como Chucho, Aldo Linares o La Habitación Roja; y hay novísimos como Hinds o Juventud Juché, que repiten tras visitas recientes. Hay de todo, en realidad: Zahara, El Guincho, Anni B Sweet, Extraperlo, Hidrogenesse, Le Parody, Cosmen Adelaida, Alberto Montero, Soledad Vélez, Fasenuova, Dorian, Neuman....

En definitiva, cuatro días de sol, fiesta y música casi ininterrumpida.