El paradero real es un misterio todavía, solo al alcance de la brújula de los arqueólogos que dieron con él. Para ellos, por tanto, los trece jabalíes de Vilafranca son aún un «premio» íntimo, hasta que pueda mostrarse al público. Ayer, sin embargo, empezaron a desprenderse de ese secreto. Los investigadores Dídac Roman e Inés Domingo dieron a conocer los primeros detalles del último hito del arte levantino: un grupo de jabalíes, diez adultos y tres crías, hostigados por varios arqueros en plena batida de caza; una pintura que había permanecido oculta durante 7.000 años.

Los arqueólogos, secundados en la presentación por el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, y por el alcalde de Vilafranca, Óscar Tena, se refirieron a un hallazgo «único» en la fachada mediterránea, que comprende de Francia a Almería. «El más similar es la Cova dels Cavalls de Tirig, uno de los grandes hitos del arte levantino. El hallazgo fue un premio», declaraba Domingo, quien exponía que se toparon con la pintura en una prospección, después de haber encontrado unas pinturas cercanas. «Hace dos años descubrimos otro conjunto (de pinturas) en la zona, y lo que hacemos de manera sistemática es recorrer todos los barrancos buscando abrigos de restos de pinturas de la prehistoria», abundaba la arqueóloga.

Lo que convierte en un hito el descubrimiento es el elevado número de ejemplares representados y la naturaleza de la escena, expusieron los científicos. Los especímenes que tratan de cazar los arqueros supera en número al de la Cova dels Cavalls, un hallazgo que está a punto de cumplir cien años y en el que se descubrieron diez animales, en aquel caso ciervos. El hecho de que se trate de jabalíes también supone un hecho singular. «Los más parecidos son dos de los mas de mil conjuntos que hay en la fachada mediterránea, en los que habían pintados hasta cinco (jabalíes)», resaltaba Domingo. Las escenas de caza habituales de esta especie en el arte levantino suelen mostrar a un cazador o una pareja al acecho de uno o dos ejemplares. La batida coral de Vilafranca es, por tanto, una escena sin precedentes.

Un lugar secreto, «de momento»

Del paradero de las pinturas solo se pudo adelantar que están en el término municipal de Vilafranca, en la comarca del Alt Maestrat de Castelló. «Los técnicos de la conselleria van a trabajar en la preservación del lugar; no se va a hacer público de momento dónde está por seguridad», apuntaba Girona, que añadía un dato representativo sobre el patrimonio prehistórico valenciano: «El 40 % de todas las pinturas rupestres de arte levantino están nuestro territorio, algunas tan importantes como las de Tirig, La Sarga de Alcoi o en la Cova Remigia».

Además del descubrimiento, los arqueólogos presentaron ayer una aplicación 4D del abrigo con arte rupestre de la Covatella del Tossalet del Mas de la Rambla. La aplicación permite visualizar los motivos pintados y los cambios en ellos a lo largo del tiempo, es la primera creada de estas características para facilitar el acceso virtual a un conjunto de arte levantino.