Los hermanos Rogelio y Julián Martínez Rivera se enteraron ayer a través de Levante-EMV de que el edificio del que son propietarios en el centro de Valencia se quedará sin inquilino a partir de diciembre si ninguna entidad o particular decide tomar el relevo del Consorci de Museus.

Ayer el director de la institución, Jose Luis Pérez Pont, contaba en estas páginas que a final de año, cuando finalice el contrato de alquiler, dejarán de programar en la sala. Así pues, la última exposición en este espacio será la del artista Joaquín Jiménez Landa, titulada La persecución de un rayo verde.

Después, el futuro del edificio es una incógnita. Con un alquiler actual de 38.000 euros anuales, la sala se aleja de los objetivos del nuevo director del Consorci. Tampoco entra en los planes del Ayuntamiento de Valencia, el otro organismo público que podría utilizarla como espacio expositivo. Pérez Pont comentó su decisión en una reunión con responsables del consistorio, pero sería muy complicado que la concejalía de Cultura asumiera un espacio más. La escasez de plantilla para ocupar todas las salas dependientes del ayuntamiento hace casi imposible que lleguen a plantearse si quiera controlar un nuevo espació, exponen fuentes municipales.

Propiedad familiar

La Gallera pertenece a los hermanos citados anteriormente, cuya familia ostenta la titularidad del edificio «desde finales del XIX o principios del XX», apuntaba ayer Rogelio Martínez. El Consorci entró a exponer en este espacio para a finales de los noventa.