E l emir de Catar, un tal Tamim bin Hamid Al Thani llegó a Mallorca a finales de julio. Aportaremos alguna precisión adicional sobre su estancia estival.

Factura hostelera del emir de Catar durante sus vacaciones en Mallorca: cuatro millones de euros.

Gasto en oferta complementaria del emir de Catar (incluye disfrute del yate real Al Mirqab, de 130 metros de eslora o como se diga): cuatro millones de euros (aproximadamente).

Gasto total vacacional del emir: ocho millones de euros.

Gasto medio por turista en Mallorca: mil euros.

Número de turistas medios a que equivale el gasto del emir: ocho mil.

Fortuna estimada del emir de Catar: Diez mil millones de euros.

Esposas que acompañan al emir: tres. Las jequesas Jawahir, Anoud y Noora.

Número de maletas del equipaje del emir de Catar al llegar a Palma a bordo de su Boeing 747 privado: cien.

Lugar de almacenamiento de las cien maletas del emir: en una habitación aparte, a todo lujo, con piscina privada.

Precio de la habitación donde se almacenan las maletas del emir: seis mil euros por noche.

Precio de alquiler de una cinta del gimnasio para uso exclusivo del emir: quinientos euros por noche.

Lugar donde se coloca la cinta: en una habitación destinada solo a ella.

Propina recibida al preparar una tumbona para un miembro de la familia real de Catar: quinientos euros.

Huella de carbono ecológica del emir de Catar: mil turistas equivalentes.

Ahorro medioambiental por la visita del emir: siete mil turistas equivalentes.

Coste de las vacaciones en Marivent de la Familia Real española: también en el rango de millones de euros, pero aquí paga usted.

Como pueden imaginar, he convivido con el emir de Catar durante una hora. Les adelanto mis conclusiones. Tamim bin Hamid al Thani es un gobernante totalmente americanizado. No me refiero únicamente a su inglés fluido y a la gorra de béisbol que le ha acompañado en Mallorca. Exuda una bonhomía interclasista, nada que ver con la campechanía de Juan Carlos de Borbón.

El emir parece todavía sorprendido por su inesperado acceso al trono de Catar. En la enésima jugada maestra de su madre, la todopoderosa jequesa Moza bint Naser que deslumbraba a Juan Carlos de Borbón, se forzó la abdicación de su padre y anterior monarca, Hamad bin Khalifa Al Thani. Al mismo tiempo, renunciaba el sucesor designado. El soberano qatarí devuelve continuamente la sonrisa que le expidió el destino. Después de convivir con el kazajo Nursultan Nazarbayev, el turco Erdogan, la iraní Farah Diba o el venezolano Marcos Pérez Jiménez, el emir es el jefe de Estado absolutista más natural que me he cruzado.

Vayamos con los asuntos vidriosos. El emir mide más de 190 centímetros, estatura también heredada de la jequesa Moza. Sin embargo, está aquejado de un creciente sobrepeso. En Mallorca se ha mostrado consciente del problema, pero no del trabajo necesario para combatirlo. Su padre debió someterse a una operación de reducción de estómago. Con todos los respetos, el bádminton que ha practicado el emir requiere de una intensidad mayúscula para derrotar a la báscula. .