Pinazo estrena casa en el IVAM. La hasta conocida como sala de la muralla se reconvierte en exclusiva para Pinazo (1849-1916) y desde hoy muestra la mejor antología del artista valenciano. Para conocer su obra y su tiempo, su influencia y sus confluencias, hay que ir al centro de Guillem de Castro, donde Pinazo ya dispone de entrada propia, a mano derecha.

La exposición «Ignacio Pinazo y las vanguardias. Afinidades electivas» reúne más de 150 obras, cuatro de ellas nunca expuestas hasta ahora, con la intención de acercar la obra de Pinazo a otros artistas contemporáneo como Julio González, Picasso, Joaquín Torres-García, Pancho Cossío, Jean Dubuffet, André Masson, Kurt Schwitters, Manolo y Jacinta Gil, Joan González Pellicer, Francisco Lozano, Emilio Vedova, Vicente Esteban, Antonio Saura, Manuel Valdés, Robert Rauschenberg, Paul Klee o Pablo Gargallo.

La mayor parte de las obras de la muestra proceden de la colección del IVAM, y además se exhiben una treintena de trabajos del pintor de la Casa Museo Pinazo de Godella y del Museo de Bellas Artes de Valencia.

«Esta exposición y la galería que se dedica desde ahora a Pinazo marcan un antes y un después para el IVAM», anunció ayer José Miguel G. Cortés. «Queremos incidir en la importancia que para el IVAM tiene la obra de Ignacio Pinazo que es un referente en el inicio de la modernidad en Valencia. Queremos convertir el IVAM en centro de estudio y difusión de la obra de Pinazo», señaló el director del museo, que obvió la herencia que tiene el IVAM.

Desde los tiempos de Tomás Llorens, se ligó la historia del museo a los nombres de Julio González e Ignacio Pinazo. Si el IVAM hubiera nacido ayer, la colección de ambos estarían en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Es lo que tiene el difuso concepto de la contemporaneidad y los peajes de los centros públicos.

Atracción virtual

«La exposición ha sido un desafío. Destacar la vertiente moderna de Pinazo era justificar su presencia en el IVAM», señaló el comisario Javier Pérez-Rojas. Según su tesis, el título de la muestra, sugiere una atracción virtual, pues «en el 99% de los casos los artistas nunca conocieron a Pinazo por lo que no se puede hablar de influencias y paralelismos, sino de afinidades electivas».

La exposición comienza con los conocidos Mensajes del rostro de «pincelada larga e intensa mirada», según Pérez-Rojas, y tras dar la vuelta a la muralla, concluye en el trayecto más interesante y moderno, la relación de Pinazo con Miquel Barceló, Ramón Gaya y Pancho Cossío, el único que conoció la obra de Pinazo, en los que «la relación se establece a través del tratamiento de la materia, el movimiento, la línea y el trazo».

Junto con el director José Miguel G. Cortés y el comisario Javier Pérez-Rojas, presentaron la exposición el responsable de Relaciones Institucionales de Caixa Popular, Francesc Alós, entidad colaboradora de la muestra; y José Eugenio Casar Pinazo, bisnieto y heredero del artista.