«Parece que no exista la presunción de inocencia. Siempre se condena a la persona que se encuentra en el punto de mira ¿Quién se cree que es ella para decir que ´Antonio no sabe pintar´? Es bochornoso». Son las palabras a Levante-EMV de Vicente Gallart, ex jefe de prensa del pintor valenciano Antonio de Felipe, citando una de las declaraciones de su ex compañera de trabajo, la pintora japonesa Fumiko Negishi, que ayer concedió una entrevista al portal web El Español para anunciar la demanda que ha interpuesto contra el «Warhol español».
«Yo pintaba los cuadros en un taller al fondo del estudio, no accesible a los clientes. Salvo el boceto, él no volvía a tocar la obra. Hay cuadros que no ha tocado y ha expuesto y vendido», asegura la pintora en la entrevista al medio digital, a quien asegura que al menos 221 cuadros del autor son suyos. El artista estudia ahora interponer acciones legales contra la pintora, ya que sus declaraciones suponen un perjuicio en contra de su carrera, pues Antonio de Felipe es considerado como el mayor representante del pop art en España.
«Me hace gracia que diga que haya vendido cuadros por millones ¿Pero quién se cree eso?», asegura Gallart, persona muy cercana al artista, que achaca las declaraciones de la japonesa a sus «deseos de venganza», pues fue despedida el pasado mes de febrero, poniendo fin a 10 años de trabajo en el estudio del artista, que la contrató en 2006 como «colaboradora pictórica» para ayudar a la realización de sus cuadros», tal y como señala Gallart. «Esa figura no la ha inventado Antonio, ya que siempre ha existido», aclara, que además confiesa que De Felipe se vio obligado a despedir a parte de su personal como consecuencia de un «duro bache económico como consecuencia de la crisis». «Como ella, yo también fui despedido, porque él no podía hacer frente a lo que yo pedía. Fue un trago para Antonio, pero así son las cosas. Él lo está pasando igual de mal como el resto de españoles por la crisis», señala.
La japonesa afirma en la entrevista que tras recibir la carta de despido se «dio cuenta de que no me tenía respecto» y «decidió contar las cosas» ante los medios. En la entrevista, la pintora también detalla la demanda al valenciano, a quien le exige que reconozca la verdadera autoría de las obras que presuntamente ella pintó y que informe sobre la nueva situación a las instituciones y personas que las adquirieron. Asimismo, Negishi pide que el pintor sea quien declare a los medios de comunicación que no pintó los cuadros. También pide una compensación económica, pero pendiente a determinar tras la sentencia.
Antonio de Felipe, afincado en Madrid desde hace años, prefirió no atender a las preguntas de este periódico antes de efectuar una reunión con su abogado, prevista para hoy, y en la que estudiará interponer una demanda a Negishi.
Después de la tormenta sale el sol es uno de los cuadros cuya autoría reivindica la japonesa, aunque este es uno de la larga lista, entre los que se podrían encontrar los cuadros de su última serie, Graffitipop, que trajo a la galería valenciana Thema el pasado mes de marzo. «En Valencia tengo muchos adeptos, pero también detractores. Los galeristas mandaron un comunicado diciendo que yo era el peor artista de la Comunitat Valenciana y que mi obra carecía de ingenio y técnica. Me hirió mucho», reconoció el artista en estas páginas, rememorando la polémica surgida a partir de la compra del anterior presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de 12 cuadros de Marilyn Monroe en 2003 por las que desembolsó casi 140.000 euros. En su momento, Camps aseguró que De Felipe era su «pintor favorito», declaraciones que provocaron el veto al artista en multitud de galerías, además de provocar que se le relacionara directamente con el Partido Popular valenciano.
«Cuando ella fue contratada como ayudante, Antonio ya se había labrado una fama, y vendió muchos cuadros durante la bonanza económica», afirma Gallart, que añade: «Espero que tenga pruebas que demuestren todo lo que dice. Seguro que él podrá defenderse, ya que es muy echao pa´lante. Algo muy valenciano», concluye.
