El equilibrio entre las grandes sinfónicas, el impulso a la Orquestra de València y la búsqueda del público masivo, el «popero», el que acude al auditorio en vaqueros y apenas ha cumplido los treinta. Esa arcadia anunciaron ayer los responsables del Palau de la Música, un cuarteto encargado de cuadrar una programación de la que todos se mostraron satisfechos. El programa ya había sido esbozado en junio, antes de conocer al nuevo director, Vicent Ros, quien ayer reconocía que el trabajo le había llegado hecho por el subdirector Manuel Muñoz y el director de la OV, Yaron Traub. Glòria Tello, presidenta de la institución, bendijo un calendario que debe situar al auditorio entre «los más importantes de Europa» en su trigésimo aniversario.

Esa «cuadratura del círculo» para la temporada que empieza en el Palau de la Música, vendría propiciada, siguiendo a sus artífices, por la tensión entre los conciertos de grandes orquestas sinfónicas y actividades tan ligeras como sacar a los músicos a la terraza para conciertos de «tardeo», en definición del propio Ros.

Muñoz destacó que en los últimos años se había desatendido la contratación de formaciones internacionales de prestigio y que en este curso se han redoblado los esfuerzos en ese sentido. Así que durante este año pasarán por el Palau orquestas como la London Philharmonic, con Vladimir Jurowski al frente; la Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinski de San Petersburgo, con Valery Gergiev y la pianista Varvara; la Filarmónica de San Petersburgo, con Yuri Temirkanov; o la Filarmónica de Luxemburgo, con la batuta del valenciano Gustavo Gimeno, entre otras.

A las figuras internacionales ha destinado el auditorio 900.000 euros de los 2,5 millones (idéntica cantidad que el año pasado) de presupuesto para confeccionar la programación. Por ese motivo, el de no romper el corsé económico, los dos artífices principales (Muñoz y Traub) de la temporada, se congratulaban por haber atraído nombres de primera línea.

Destacaron el retorno de Daniel Barenboim, con quien contactó el propio Traub para conseguir dos conciertos en este trigésimo aniversario, primero un recital de Schubert y luego al frente de la OV. Al piano también estará la joven diva Yuja Wang y el legendario Sokolov, un habitual en el escenario del auditorio valenciano. Repite también la soprano Cecilia Bartoli y debutará el tenor Juan Diego Flórez. Entre tantos nombres con resonancias entre el público «clásico», emergerá la figura del organista Cameron Carpenter, una de las apuestas para atraer espectadores de una nueva generación.

Ellos conforman el apartado de invitados a un auditorio en el que los actores de la rueda de prensa de ayer insistieron en elevar la importancia de la Orquestra de València. Fue Traub el que reveló que «quienes vienen a Valencia destacan el primer nivel de esta formación, aunque pocos la conocen». De ahí el énfasis en dar a conocer a la OV. Tanto que serán los músicos quienes protagonicen la campaña de promoción del Palau.

Respecto a los hitos de la orquesta, este año destaca el ciclo Beethoven, el reto de acometer la Sinfonía de los mil de Mahler y el maridaje con los intérpretes del Palau de les Arts (la primera simbiosis entre ambas instituciones) para confeccionar el ciclo Música y escena, en el que se realizarán óperas semiteatralizadas como El holandés errante de Wagner.

El objetivo de satisfacer al público leal en estas décadas se combinará con el de llegar a extractos más jóvenes de la sociedad valenciana, verdadero desafío de quienes dirigen un auditorio al cual, reconocía Traub, aún acude público en su mayoría «conservador».

Propuestas como la de las proyecciones de cine con la OV tocando en directo „empezarán por Piratas del Caribe„ o la de conciertos cortos al borde de la barra del bar de la terraza. También sigue esa línea el concierto junto a Santiago Auserón, músico que romperá el clasicismo. Respecto a este aperturismo, Tello recordó que desde hace unos meses, una empresa de marketing externa está analizando el perfil de asistente tipo al Palau.

Otra novedad: los conciertos entre semana se adelantarán a las 19:30 y para aliviar el esfuerzo en las contrataciones se incrementa ligeramente el precio de los abonos. Ros y Tello justificaron la subida basándose en que entrará un concierto más en el pase respecto al año pasado y en que la calidad del programa es mayor. Traub, por su parte, aseguró que la OV saldrá a centros como hospitales o la prisión, como ya hizo el año pasado, y que se incrementarán las actividades didácticas. Pero la explicación esas iniciativas se aplazaron para otro momento; también el congreso internacional de música clásica que se realizará en 2017. Ayer tocaba hablar de la programación.