Querían los participantes limitarse a presentar la programación hasta diciembre, pero se colaron dos títulos más, entre ellos una obra que irá aglutinando expectativas a medida que se acerque la primavera. En la orilla, la adaptación teatral de la obra de Rafael Chirbes producida por la Diputación de Valencia junto al Centro Dramático Nacional y la compañía vasca K Producciones, se estrenará el 15 de mayo en el Principal. La diputada Rosa Pérez anunciaba así lo que adelantó en su día Levante-EMV, convirtiéndose este montaje en uno de los puntales de la programación del organismo, que este año cuenta con 400.000 euros para ello.

Pero la revisión al escritor valenciano queda aún lejos en los teatros públicos, que para este otoño cuentan con otros nombres propios. Uno es el de Salva Bolta, quien confirma su retorno a la ciudad tras el segundo guiño del sector: primero fueron los empresarios quienes le reclamaron para dirigir Tercera Setmana y luego ha sido el Institut Valencià de Cultura quien lo ha puesto al frente de la gran producción escénica de esta temporada. Bolta dirigirá Happy end, el clásico de Bertolt Brecht adaptado y traducido al valenciano por Juanvi Luciano y Voro Vendrell, con dirección musical de Jesús Salvador, Chapi, y con un presupuesto de 200.000 euros, 100.000 aportados por la diputación.

«Quiero que esto forme parte de un proyecto de recuperar lo perdido en los últimos años», contaba Bolta sobre un regreso que se fraguó al tiempo —«coincidencia», explicó— que se perfilaba el Tercera Setmana. Este Brecht estará un mes en el Principal y después viajará a los principales de Castelló y Alicante, antes de realizar una última parada en Palma de Mallorca. El autor alemán tendrá su reflejo en el Rialto, con el estreno de la obra de Rodolf y Josep Lluís Sirera, El dia que Bertolt Brecht va morir a Finlàndia.

El otro nombre propio es el de Lola Blasco, alicantina y eslabón de una nueva generación de dramaturgos, cuyo texto sedujo a los encargados de programar en el IVC. «Me decían que lo acabara a toda prisa para verlo», contaba ayer Blasco sobre La armonía del silencio, una obra que recuperará «la memoria de los abuelos», en concreto de aquellos olvidados bajo la costra del franquismo tras la Guerra Civil. Su texto, como contó este diario, se llevará primero a las tablas en la Muestra de Teatro de Alicante y pasará por el Arniches antes de representarse en el Rialto a finales de noviembre.

Las de Blasco y Bolta serán las dos primeras producciones del denominado Teatre del Poble Valencià, el sello del IVC para todos los espectáculos propios. Entre los dos suman 230.000 euros y, según contaban ayer desde la institución, restan todavía por anunciar dos montajes propios más de danza.

Para el tramo de temporada de 2017, avanzaba el propio Abel Guarinos, habrá cuatro coproducciones más del ente junto a compañías valencianas. Sumando las ayudas a producción, el director del ente redondeaba en un millón de euros la inversión en producción propia.

Entre los montajes que llegarán del exterior está el musical Mamma mia! de Abba, atribuido por los presentes a «una herencia» de la anterior Administración. Se quería remarcar ayer el viraje hacia la escena valenciana y en valenciano, lengua que tendrá mayor resonancia en las dos salas públicas. Forman parte de esa nueva línea dos de los conciertos que se presenta el Principal en este inicio de curso, uno de dolçaines y tabals, y otro de música en lengua propia.

«Pinoxxio» en Navidad

«Este año venimos a programar, no como convidados de piedra», remarcaba ayer Rosa Pérez. Suya es la decisión de devolver al Principal El rey de Teatro del Barrio, obra que visitó este mismo año El Musical. La diputación, propietaria de la sala de la calle De les Barques, exprimirá a partir de ahora su periodo de programación, fijado por convenio entre el 15 de mayo y el 1 de octubre. También cogestionará el resto del año, en una relación «bien avenida» según las partes. En un calendario en el que sobresale el número de espectáculos de danza, el colofón en diciembre lo pondrá la triunfadora en los últimos Max, el «Pinoxxio» de Ananda Dansa.

A partir de entonces comenzará una nueva programación de la que se van cerrando títulos pero cuya confección final queda a expensas de los presupuestos de 2017. A pesar de esto, los protagonistas de la presentación no se resistieron a dar un par de pinceladas. Si la diputación confirmó el estreno de Chirbes, el subdirector de teatro del IVC, Manel Chaqués, adelantó otro montaje: En casa en el zoo, del fallecido la semana pasada Edward Albee.