«La Mostra está más que viva», así lo aseguró ayer el vicerrector de Cultura de la Universitat de València, Antonio Ariño, durante la presentación de la cuarta edición del certamen, que a partir de este año se debatirá entre convertirse en un festival de las instituciones o bien aferrarse a la idiosincrasia que le hizo ganarse el atributo de ser «el festival que Rita Barberá quiso eliminar». «Agradecemos al equipo de la Mostra Viva que haya resistido al tiempo y que nos haya esperado para que podamos responder con toda la artillería económica», afirmó la directora general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat, Carmen Amoraga, durante una cita que gozó de una amplia representación institucional.

El certamen, que se celebrará del 7 al 16 de octubre, se presenta este año bajo el título «Cultura y conflictos en el Mediterráneo» que trata de dar coherencia a decenas de encuentros y actividades que se esperan para una edición, que ya en junio se presentó como una «transición» para acabar alcanzando el grado de plenitud del festival en 2017. Por primera vez, la Generalitat ha aportado parte del presupuesto, como también el consistorio, ya que la Mostra se financiaba directamente de la participación ciudadana desde su «resurrección» en 2013. De 30.000 euros de presupuesto que contaba su tercera edición, la Mostra Viva ha pasado a disponer de 100.000 euros gracias al apoyo de la Generalitat (60.000 euros), el Ayuntamiento de Valencia (20.000 euros), la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (10.000 euros) „fundación que organiza la Mostra desde su creación„, y la colaboración de la Diputación de Valencia y patrocinadores.

Una de las grandes novedades es la expansión de la Mostra fuera de la urbe, ya que por primera vez en la historia del certamen la programación llegará a Ontinyent. En concreto, se proyectarán películas en el Cine Club Utiye, una de las salas más antiguas de la Comunitat Valenciana. «Nuestro deseo es expandir el festival a las comarcas de la provincia de Valencia», señaló el presidente del festival, Vicent Tamarit. La Nau será el núcleo del encuentro, ya que acogerá parte de la programación de cine, música o debates. Además contará con otras 10 sedes, como el Centre Octubre (artes visuales), el MuVIM (teatro, artes visuales y educación), el IVAM, el Palau de la Música, San Miguel de los Reyes (encuentros con escritores), la Filmoteca Valenciana, el Instituto Français, la Fundación SGAE, la Fábrica de Hielo (artes visuales) y Aragón Cinema.

Representación de 23 países

El cine continuará siendo la gran apuesta del festival, con 88 filmes programados „69 largometrajes y 19 cortometrajes„, de los que 46 serán españoles, 21 valencianos y 27 de ellos serán dirigidos por mujeres. Esta categoría contará con la representación de 23 países, con un especial protagonismo del cine musical y el homenaje al cineasta sirio Ossama Mohammed.

Además, este año, se han programado cinco debates, cuya temática gira en torno al lema del festival: «Homenaje a Enrique Navarro», en Octubre CCC; «Conflictos, cultura y sociedad del Mediterráneo», en La Nau; «Fronteras y movilidad» y «Redes de mujeres y visión de género en el Mediterráneo», en el IVAM; y «Debate con personas refugiadas», en el MuVIM.

«La Mostra Viva no es un movimiento cualquiera que sale de la sociedad civil. Las instituciones tenían la obligación de responder y darle aliento a la iniciativa», aseguró Ariño, una observación que secundó Vicent Garcés, presidente de honor del colectivo. «En los 80 había un gran desierto cultural en Valencia. La escasez de financiación siempre la suplimos con pasión y voluntad», afirmó, quien además mostró su deseo de que la Mostra «cuente con mayor presupuesto en la próxima edición», lo propio para «aprovechar sus potencialidades». Tamarit, por su parte, se mostró decidido a «mantener la filosofía inicial del encuentro», basada en la participación ciudadana, «aunque el mundo da muchas vueltas», añadió en relación a una mayor participación de las instituciones en un futuro.

Cinema del Mediterrani, denominación de la Mostra Viva en su fundación en 1980, fue suprimida por el consistorio en 2011 tras 32 ediciones. Retornó en 2013 con la ayuda de la Universitat de Valencia, con la destacada presencia de Gonzalo Montiel, director de Gestión Cultural de La Nau, fallecido en 2015, y que fue recordado ayer por el equipo organizativo de la Mostra.