La Gallera tiene una alternativa al cerrojazo. El director del Consorci de Museus, José Luis Pérez Pont, había decidido que dejarían de pagar el alquiler de la sala a final de este año, como adelantó en su día Levante-EMV. Ayer, sin embargo, el responsable del organismo interprovincial esbozó otro escenario: conseguir un patrocinador que alivie el coste que implica mantener abierto el espacio. Pérez Pont apuntó, incluso, que un sponsor que se ocupara del 50% del gasto que comporta el recinto «valdría».

«La Gallera es un espacio arquitectónico maravilloso, pero tiene un alquiler de unos 40.000 euros al año; sumando el mantenimiento y los contenidos artísticos, el gasto se elevó en 2015 a 108.000 euros», desgranó ayer el director del Consorci durante la presentación de su proyecto para el ente. Esos primeros contactos en busca de un «mecenas» para el singular espacio „su nombre obedece a que albergaba peleas de gallos„ ya se habrían producido, atendiendo a las palabras del director de la institución inquilina, posiblemente aprovechando las reuniones que ha mantenido en los últimos meses con empresas privadas en busca de financiación para el propio consorcio.

En paralelo a la vía privada, Pérez Pont sugirió que sigue en busca de colaboración de las otras patas de la Administración. En verano ya contó este periódico que en la concejalía de Cultura habían declinado el ofrecimiento, puesto que no disponen de personal suficiente para abastecer siquiera las salas municipales.

Desde el consistorio apuntan que no ha habido más conversaciones sobre La Gallera y en la Diputació de València señalan que tampoco se ha producido un acercamiento en este sentido. Pérez Pont deslizó un lacónico «estoy en ello» cuando se le preguntó por un posible respaldo público.

La última oportunidad

En lo que se mantiene firme el director del Consorci es en su negativa a mantener el espacio con el coste actual. «Se trata de apoyar a creadores, no edificios», sentenció ayer. El 31 de diciembre acaba el contrato de alquiler y de no encontrar el patrocinio ese será el final de la vida artística en La Gallera. Estos días, precisamente, se ultima la instalación de El rayo verde de Fermín Jiménez Landa en la sala, la última de 2016 y puede que también el punto final de la actividad del consorcio en la sala dodecagonal. En caso de mantener el vínculo, la intención de la institución es que siga destinada a instalaciones específicas de arte contemporáneo.

Por su parte, los propietarios del espacio, la familia Martín Ribera, se mantiene a la expectativa. Ayer Rogelio, uno de los hermanos, confirmaba a este diario que Pérez Pont se reunió con ellos para transmitirles que no renovarían el contrato. Desde el día en que se publicó la noticia, sin embargo, Rogelio Martín afirma que no ha recibido ninguna oferta.