Diego Carretero salió a hombros con la gran novillada de Alcurrucén en Algemesí y ratificó así la ganadería su importante momento. Extraordinaria dimensión del albaceteño, que cuajó un buena faena al segundo de la tarde, un excelente ejemplar, «Afanado», número 1, colorado ojo de perdiz, que embistió con temple por el pitón izquierdo desde su salida de chiqueros y tuvo como virtudes la clase y la transmisión. Faena profunda, de notable ligazón y sometimiento. Lo toreó con intensidad y expresión sobre las dos manos pero brilló por el pitón derecho, el mejor del novillo. Los pases de pecho tuvieron hondura. Ni un tirón en una labor de altura que el joven abrochó con una estocada desprendida. El presidente concedió las dos orejas y el novillo fue clamorosamente ovacionado.

En el segundo de su lote, el de Hellín realizó una labor acelerada y logró lo más lúcido por el buen pitón izquierdo de «Amoroso», negro, número 160, otro notable ejemplar de la divisa extremeña. Carretero falló con los aceros. En el tercio de banderillas se desmonteraron Óscar Castellanos y Miguel Ángel Ramírez.

Alejandro Marcos, que también debutaba en Algemesí, se mostró como es: frío y academicista. El salmantino perdió el apéndice con la espada en el primero de la tarde, «Campanillero», número 112, un novillo con durabilidad y recorrido. El tercero de la tarde derribó al caballo y recibió dos fuertes y largos puyazos. Lo acusó el animal y Marcos volvió a fallar con los aceros.

Al romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de José Martínez, «Limeño», matador de toros y veedor de las novilladas de Algemesí. Sobre el mulillero que ayer resultó herido, Enrique Carbonell, «Raimera», se encuentra ingresado en el Hospital de la Ribera y tiene cinco costillas rotas.