«Debate», Toni Cantó
teatre talía
Int: Pepe Ocio, Philip Rogers, Marta Flich. Escenografía: Curt Allen. Dirección: Toni Cantó.
Debate constituye la primera obra de Toni Cantó como dramaturgo y para ese debut ha escogido un tema con el que está familiarizado y del que tiene un conocimiento directo: la política. Los números dos del partido en el gobierno y del que aspira a gobernar se reúnen para cerrar las condiciones de los debates televisados. Lo delimitan todo: tiempos, temas, moderador, mobiliario Entre ellos acuerdan de lo que se puede y de lo que no se puede hablar, dejando en evidencia que la transparencia brilla por su ausencia y que la corrupción es un aspecto más a tener en cuenta. Hay muchas cosas obvias para el espectador en la obra, aunque no por ello menos chocantes.
El mensaje, que difícilmente sorprenda a alguien, es: los políticos se comprometen a algo que luego no cumplen. Sin embargo, sí plantea el autor un juego más interesante con la manipulación de los medios, a través del personaje de Marta, la periodista, exponiendo las corruptelas del cuarto poder, que debería ser objetivo e imparcial pero no lo es. Todo lo contrario: es igual de manipulable.
Cantó también se ha encargado de la dirección del espectáculo, al que ha conferido un ritmo intenso, con diálogos rápidos y ágiles, mostrando a unos personajes con gran agudeza verbal. Los actores se adaptan bien a sus roles, aunque quizás el representante del partido rojo (Philip Rogers) demuestra mayor progresión: el manipulador acaba siendo manipulado.
La escenografía (Curt Allen) está bien orquestada, descubriendo poco a poco los entresijos del espacio; también ha hecho un buen planteamiento José Manuel Guerra a cargo de la iluminación.
Un buen estreno para Toni Cantó como autor, decantándose por una comedia ligera, con personajes lógicos y una crítica no demasiado mordaz. Quizás se eche en falta una vuelta de tuerca más al humor, pues le podría haber sacado más partido a ese punto ácido que la obra proyecta.
