Mario Pérez Larga salió a hombros, de nuevo, en el último festejo de la feria de novilladas algemesinenses frente a los astados, despuntados reglamentariamente, de El Capea con el hierro de San Pelayo. El de Calatayud cortó las dos orejas del tercer novillo de la tarde, al que recibió en chiqueros en un inicio explosivo. El quehacer de Pérez Langa se basó en una sucesión de buenos quiebros frente a un animal que tuvo recorrido y movilidad. La plaza se convirtió en una auténtica fiesta. Los tendidos en pie mientras rejoneaba el jinete aragonés. Actuación de mucha raza y valentía. El novillo acabó rajado y parado y Langa dejó un rejonazo trasero y muy caído. La presidenta concedió las dos orejas. El primer novillo de la tarde fue manso hasta tal punto de querer saltar las tablas que cubrían los tendidos del palenque. Pérez Langa realizó un meritoria actuación pero tardó en entrar a matar y dejó media estocada trasera al tercer intento. Fue ovacionado.

Joao María Branco evidenció durante toda la tarde su falta de oficio que palió con entrega y valentía. Perdió los trofeos en la suerte suprema. En el primero de su lote, el portugués se dejó llegar tanto al novillo, un animal con más motor y entrega pero que también acabó parándose, que empitonaron a los caballos sin consecuencias. Branco dejó un rejonazo trasero al tercer intento y tuvo que hacer uso del descabello, con el que desistió al escuchar los dos avisos. Pérez Langa salió a descabellar el novillo, algo que va en contra del reglamento. Con el último novillo de la feria el jinete portugués estuvo más dispuesto.

Al finalizar el festejo la Comisión Taurina de Algemesí anunció los premios de las novilladas. El triunfador de la feria fue Diego Carretero, que desorejó a «Afanado», de la ganadería de Alcurrucén, mejor novillo del ciclo. La mejor novillada fue la que trajo Garcigrande-Domingo Hernández. El mejor picador fue Francisco Ponz, «Puchano» y el mejor subalterno Óscar Castellanos, de la cuadrilla de Diego Carretero. El mejor rejoneador fue Mario Pérez Langa, con su doble puerta grande y la Naranja de Plata se la llevó el madrileño Ángel Téllez.