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Entrevista

Pablo Martín Carbajal: "´Tal vez Dakar´ tiene una parte pedagógica"

«Fue un ejercicio apasionante recrear escenas en las que participaban Picasso, Tzara o Breton», sostiene el escritor

Pablo Martín Carbajal: "´Tal vez Dakar´ tiene una parte pedagógica"

¿Es difícil para un escritor canario romper la barrera isleña?

El salto más importante fue conseguir una editorial en Madrid, que distribuye a nivel nacional. Ya tengo grupitos que me siguen en Madrid, Valencia, Málaga, Asturias...

¿El asombro del protagonista, Álvaro Camino, al descubrir Dakar fue el suyo?

Llevo 20 años yendo a África, leyendo... Todo lo que le sucede a Álvaro en un viaje de una semana quizá yo lo he vivido en 20 años. No todo lo que le sucede a Álvaro me ha pasado a mí, ¡ya me hubiese gustado!

¿Cómo llegó a las máscaras?

A raíz de la primera novela, Tú eres azul cobalto, que trata sobre Frida Kahlo, me empezó a interesar la pintura. Cuando estaba buscando un vehículo conductor de las dos historias de la novela (de la parte actual y la histórica), un día en Casa África vi una exposición de máscaras africanas y vi una foto de Picasso con sus máscaras y dije sí, esto es.

¿Este conocimiento del continente vecino es por su trabajo?

Comenzó por la cuestión profesional y comencé a ver que las cosas que veías en los primeros viajes no correspondían del todo a la verdadera realidad que hay en la cultura, sociedad e historia africana. Entonces, empecé a leer y descubrí un mundo completamente distinto al que veía en un primer viaje.

Aparte de su experiencia personal, ¿cómo se documentó?

Leyendo mucho, visitando online la Biblioteca Nacional de Francia y viajando a París cuando había cosas que no encontraba en digital. En el Museo Quai Branly, en el de Arte Africano y en la Biblioteca François-Mitterrand me pasé una semana intentando descubrir las últimas cosas que me faltaban.

«Revivir» a grandes nombres como Picasso habrá sido un gusto.

Sí, fue apasionante. Picasso, Tzara, Breton... Tuve que leerme sus biografías. Pero no solo ellos, están Senghor o Césaire, que son los principales personajes históricos, y descubrir toda esa lucha por la identidad que ellos viven, y cómo se refleja eso en la Negritud y la historia del continente también fue fascinante. Recrear escenas en las que participaba Picasso, Tzara o Breton fue un ejercicio fantástico y muy divertido.

¿Mucha responsabilidad?

Casi todas las escenas históricas me las tuve que inventar pero lo que se dice en ellas todo es cierto: los pensamientos de Picasso, la reacción de sus compañeros que rechazaron Las señoritas de Avignon, las irreverentes sesiones dadaístas, la reivindicación del surrealismo por encontrar una sociedad nueva en una destruida por la I Guerra Mundial...

¿Busca con la novela concienciar de la realidad africana?

La novela también tiene una parte pedagógica, está hecho adrede. De hecho, el comentario que me dice todo el mundo es cuánto ha aprendido leyéndola.

¿«Tal vez Dakar» será una trilogía finalmente?

Sí. Estoy con la segunda, que va a ser sobre el Sáhara. Me llevará tres o cuatro años. Tengo dudas de si seré capaz de hacer la tercera.

¿Se pone a escribir de manera organizada o esporádica?

Es un ejercicio premeditado de organización. Cuando estoy escribiendo me levanto a las 05:30 horas. Si no, no lo consigo.

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