Veinte años después, Albena se baja del teatro y se derrama por la ciudad. De la Facultad de Medicina al viejo cauce del Túria, sumando calles para, al final, recogerse en una vivienda de San Isidro de Benagéber. En un interior, refugio ideal para gente curtida en la platea, se rodará la mayor parte de M’esperaràs?, el primer largometraje de la veterana compañía, que arrancó ayer por diversos enclaves de Valencia. «Es un sueño hecho realidad», confiesa a Levante-EMV Carles Alberola: 52 años, más de 30 en el oficio y director de cine novel.
La película fue primero obra de teatro. Estrenada en 2014, M’esperaràs? es una comedia en torno a un profesor de universidad separado que queda a cenar con un antiguo amigo, la pareja de este y una tercera mujer a la que no conoce; una excusa para escarbar en viejas guerras, «en los celos, la amistad y las relaciones humanas», se explaya Toni Benavent, coproductor de la película en nombre de Albena junto a César Martí, figura que ha aparecido en los créditos de otros productos audiovisuales de la compañía, como los televisivos Socarrats o Autoindefinits. «Llevábamos tiempo queriendo hacer algo para el cine, y esta historia era fácil de producir pero con mucho empaque», explica Martí.
El texto de Alberola ganó el premio Ciutat de Alzira de teatro y luego se mantuvo en escena durante meses, primero en el Talia y luego en las salas del Circuit. Fue entonces cuando Albena, siguiendo ejemplos recientes como Un dios salvaje —montaje con cuatro actores llevado al cine por Polanski— se lanzó al cine. El propio Alberola adaptó su texto y se presentaron a las ayudas del IVAC para producciones de bajo presupuesto (inferior a 500.000 euros). En el salto al cine, la obra se ha nutrido de un equipo que alcanza las cincuenta personas, aunque el objetivo se mantendrá fijo en los cuatro actores que dieron vida a la obra para el teatro: Alfred Picó, Rebeca Valls, Cristina García y el propio Alberola. «La parte técnica es la que me resulta más compleja; eso y mantener la tensión dramática cuando no hay continuidad entre las escenas que grabas», cuenta un entusiasta Alberola.
Rodada en valenciano
Tras casi un año de trabajo previo, durante los próximos 21 días se desperezará este viejo anhelo de una compañía que vivirá su segunda juventud. Así se desprende de las prudencia de sus responsables: «Es una puerta que se abre; estamos todos ilusionados en hacer un trabajo bonito y honesto. También somos conscientes de que sin tener nombres muy conocidos fuera es difícil vender el proyecto», reflexiona, por ejemplo, Benavent. La cautela es una norma para un equipo que viene de la austeridad glaciar del teatro. «Ya tenemos contactos con distribuidoras, tendremos que ir a festivales... Hay mucho trabajo por delante», apostilla Martí.
La película, rodada en valenciano, será doblada al castellano e intentará entrar en competición en certámenes como el de Málaga; ello retrasará el estreno hasta, al menos, la mitad de 2017, estiman los responsables. «Pensamos también en la venta a la televisión: si para entonces está abierta Canal 9, TV3...», otea el productor ejecutivo. Pero esa batalla ya llegará. De momento, el equipo se centra en un rodaje que lo zarandea por toda la ciudad. Ayer, Carles Alberola montaba en bici en una de las primeras tomas de la película. Así es como Albena rompió no la cuarta, sino la séptima pared.
