Con 24 horas y un minuto sería suficiente. Unos segundos más de lo que duró rapeando el norteamericano Romane Armand en 2004. El verano pasado, el alicantino Arkano conoció esa proeza y se lanzó, como hace en cada batalla de gallos, a batir este récord. «Pensé que quería hacerlo, fue algo instintivo; al comentárselo a la gente de Red Bull les fascinó la idea y me pareció algo brutal, un reto superestimulante».

Dicho y hecho. El próximo viernes, a las 17 horas, Guillermo Rodríguez -su nombre auténtico- se meterá en un habitáculo transparente y allí empezará a soltar rimas, sin parar más de 3 segundos, hasta las 17 horas y un minuto del sábado. Será en la céntrica plaza de Callao de Madrid, así que el espectáculo no va a ser pequeño. «Quiero superar mis propios límites, ponerme a prueba; me apasiona improvisar y constantemente estoy metido en nuevos retos. Ahora quiero profundizar lo máximo posible en esta disciplina y esta va a ser una de las formas».

Arkano no podrá parar más de 3 segundos seguidos, por lo que se mantendrá a base de líquidos, batidos nutritivos «y Red Bull para estar activo... con eso voy a ir tirando», además de afrontar sus necesidades tras una mampara preparada dentro del habitáculo, «por lo que tendré que hacerlo mientras sigo rapeando», afirma. «Son 24 horas trabajando con la mente y hay que estar activo y despejado».

Para ello, el actual campeón mundial de la Red Bull Batalla de Gallos, cuya final nacional ganó en Alicante, está trabajando en preparar cuerpo y mente, como haber estado diez horas rapeando para testar las sensaciones a las que se va a enfrentar. «Lo hicimos en un entorno privado, a modo de prueba para ver si estábamos preparados, y al principio fue un poco duro porque estaba lleno de subidones y bajones, empezaba muy motivado y luego me daban bajones de energía», es decir, más parecido a hacer una maratón de lo que se podría pensar. «Pensaba que me quedaba, pero estas pruebas me han servido para naturalizar esos picos de energía».

La parte emocional le preocupa más que la física. «Me estoy centrando en llegar feliz al reto, necesito tener la mente lo más limpia posible, no tener ningún bloqueo, estoy dejando cualquier preocupación fuera». El rey del freestyle no va a estar solo. La organización va a colocar una pantalla donde sus seguidores le pueden enviar imágenes o palabras para motivarle con las rimas (#retoarkano24h). También irán pasando invitados, «que no me han querido decir quiénes serán», para que escriban en una pizarra cosas que me vayan sugiriendo temas por si hay algún momento de bajón. Además, afirma, «como voy a estar en un cubículo transparente veo lo que pasa en la calle y eso va a ser estimulante también».

Confianza en sí mismo, dice, no le falta. «Yo creo que lo voy a hacer. Pero si no lo consigo, nadie se va a morir, no va a pasar nada. Tengo esa presión, por llamarlo de alguna manera, de que mucha gente lo va a ver, pero si no lo consigo, no me vais a ver deprimido. No va a pasar nada».