La ciudad de Valencia durante la Segunda República es la protagonista de la exposición "Todo está por hacer. Valencia, capital de la República (1936-1937)", que muestra desde hoy en el Centre Cultural la Nau el mosaico político, cultural y social y la vida cotidiana de la ciudad en ese período.

Fotografías, carteles de propaganda política, cartillas de racionamiento, recortes de prensa e incluso un montaje audiovisual componen una muestra que podrá visitarse hasta el 19 de febrero y que, para el vicerrector de Cultura e Igualdad de la Universitat de València (UV), Antonio Ariño, responde "a un deber" y constituye "una oportunidad para reflexionar".

Así lo ha manifestado en la rueda de prensa de presentación de la exposición, en la que han colaborado el Ayuntamiento de Valencia, CulturArts y ABC, donde han estado presentes también los profesores de Historia Contemporánea de la UV Javier Navarro y Toni Morant, y la profesora de Historia del Arte Mireia Ferrer, comisarios de la muestra.

Según Navarro, Valencia fue en la República una ciudad "protagonista a nivel nacional e internacional" y por ello la exposición abarca "todas sus dimensiones", con especial énfasis en la vida cotidiana de los valencianos de la época y siempre recogiendo "los aspectos positivos y negativos".

Morant ha abogado por "acercar la ciudad de entonces a la sociedad actual" con los hechos de la vida diaria para mostrar que la capital de la Segunda República "no solo era ese 'Levante feliz' del que hablaban en la prensa madrileña, sino que era una ciudad en guerra".

"La política institucional está presente, pero hemos pretendido dar espacio a las personas, a los niños, a los refugiados de guerra que llegaban entre aliviados y exhaustos a una ciudad en la que muchas cosas habían cambiado", ha explicado el comisario.

Para ello, entre el "maremágnum iconográfico", en palabras de Ferrer, destacan las fotografías de la época, además de testimonios en formato audiovisual, carteles de propaganda de Renau, Vicente Ballester y Arturo Ballester e incluso documentales, uno de ellos sobre las cuatro fallas antifascistas plantadas en la ciudad en marzo de 1937.

Para la profesora de Historia del Arte, "Todo está por hacer. Valencia, capital de la República" va destinada "sobre todo a las nuevas generaciones, a la gente que ya no tiene relación directa con la Guerra Civil, que ya no son los hijos o los nietos de los que vivieron esa época".

Los tres historiadores han querido, además, "lanzar una mirada crítica", ha asegurado Morant, quien ha explicado que, además de la vida cultural, política y festiva, la muestra refleja también "el miedo de los que no pensaban igual, la represión republicana, que existió, y las checas".

Sin embargo, el comisario ha destacado el carácter "democrático" de la Segunda República, y ha criticado que, cuando se tiene en cuenta la defensa de las libertades en ese periodo "se considera que es idolatría", mientras que "decir que fue un caos y que el golpe de estado era prácticamente necesario se considera neutralidad política".

"A lo mejor no todos los que luchaban en el bando republicano querían una democracia como la nuestra, pero ninguno de los que luchaban con los sublevados quería nada de la democracia más que destruirla", ha reivindicado.

Por todo ello, a juicio de Ariño, "nunca es tan pertinente como ahora recordar el pasado" para "repensar nuestro presente y nuestro futuro", algo que también ha manifestado Ferrer, para quien la exposición "no tiene que leerse en pasado, sino en presente".