Encontres de Músiques
de Nova Creació
ivam
Int. José Cerveró (clarinete). Ocaz Enigma. Grup Instrumental de València. Dir. Juan José Olives y Joan Cerveró.
El IVAM de Valencia se ha convertido durante el pasado fin de semana en corazón de la vida musical valenciana y española. Sus pinturas, esculturas e instalaciones han sido testigo y sede de los Encontres de Músiques de Nova Creació, un verdadero acontecimiento artístico que ha pasado bastante inadvertido en una sociedad -la contemporánea- que huye de la contemporaneidad para abstraerse en las grandes músicas del pasado. Tres días en los que los pentagramas de compositores como Santiago Lanchares, Voro García, Juan Manuel Eiras, Alberto Carretero, Israel López Estelche, Joan Magrané, Alfredo Aracil, José Antonio Orts, Gabriel Erkoreka, Ramón Ramos y Agustí Charles han convivido servidas por intérpretes tan solventes y señalados como el flautista José María Sáez Ferriz, el clarinete José Cerveró, la violinista Mari Carmen Antequera, la violonchelista Mayte García Atienza, y los grupos instrumentales Plural Ensemble de Madrid, Taller Sonoro de Sevilla, Ocaz Enigma de Zaragoza y el anfitrión Grup Instrumental de Valencia.
Promotor y coprotagonista de tan fundamentales jornadas han sido el Grup Instrumental de Valencia y su alma máter el compositor y director Joan Cerveró, que conmemoran ya un cuarto de siglo de existencia. 25 años en los que han defendido a capa y espada y contra viento y marea a los compositores y repertorios de nuestro tiempo, con especialísima atención al universo de la Comunitat Valenciana. En su haber, cientos de estrenos, primeras audiciones y una presencia constante en la escena internacional de la música contemporánea.
Entre los estrenos absolutos que se han sucedido durante los tres días densos que se han prolongado los encuentros destaca el de la obra Paisaje con espejos, compuesta por el madrileño Alfredo Aracil (1954), escuchada el domingo por la mañana a los instrumentistas del grupo Ocaz Enigma que prepara y dirige Juan José Olives. Se trata de una pieza para flauta, clarinete, violín, viola, violonchelo y piano en la que se impone „como siempre en la música de Aracil„ ese universo sutil, de cuidadas y transparente sonoridades tan característico de toda su obra. «Paisaje con espejos no se trata», como explica su creador, «de la traslación musical de un paisaje real o imaginado sino directa y sencillamente de una paisaje musical». La nueva composición es una imagen sonora en la que acordes de larga resonancia sirven de fondo y soporte a un discurso unitario y homogéneo, pero configurador al mismo tiempo de un plural caleidoscopio de imágenes y reflejos en el que vientos y cuerdas generan un mundo armónico de hondo calado expresivo. El propio Aracil pudo recoger al final de la estupenda recreación el aplauso de los no muchos aficionados que se congregaron la mañana del domingo en el salón de actos del IVAM.
En el mismo concierto se estreno Ètude de velocité, del sevillano Alberto Carretero (1985). La obra, cuyo título tanto evoca los viejos cuadernos de obras de estudio instrumentales, revela la escritura virtuosa y ya experimentada del joven compositor andaluz. Aplaudidas con especial énfasis y muy merecidamente fueron también las interpretaciones que el siempre admirable Grup Instrumental y Joan Cerveró presentaron el domingo por la tarde, en el concierto de clausura, de obras José Antonio Orts (Poliédrica), Alfredo Aracil (Nubes), Gabriel Erkoreka (Ametsak), Ramón Ramos (Der blaue Engel) y Agustín Charles [Border Zone (Modular IV)].
