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Entrevista

"No soy una estrella del rock, yo solo quiero tocar el piano"

El atípico concertista británico actuará en el Palau de la Música el próximo 26 de noviembre

"No soy una estrella del rock, yo solo quiero tocar el piano"

Deberían verlo junto a un piano. Ayer se dedicaba a recorrer la distancia entre su silla y el Steinway de la sala para tocar a Bach o a Puccini y para hablar de por qué esas melodías sanan, como ocurrió con él, un tipo que fue violado de niño, que ha intentado suicidarse en varias ocasiones y que ha vivido para escribirlo y para recorrer los mejores auditorios y festivales de música. James Rhodes (Londres, 1975), dice con naturalidad que no le diría a un niño «que Beethoven es mejor que Justin Bieber». Mantiene su tono jovial mientras acribillas estereotipos y nunca dribla una pregunta. Para qué, si está todo en Instrumental.

¿Ha cambiado su vida desde que se publicó el libro?

Ha cambiado mucho, lo cual no era algo esperado, porque es un libro sobre música clásica, abuso a niños, enfermedades mentales, suicidio... No es cómodo. Pero mucha gente está respondiendo con afabilidad, especialmente en España, más que en ningún otro lugar. Este es mi país favorito ahora, la gente es más simpática, amable, más relajada que en Inglaterra.

¿No le resulta extraño que quienes le abordan ahora conozcan gran parte de su vida?

Sí es un poco extraño. Muchos han leído el libro y saben mucho de mí. Pero tomé la decisión de escribir de todo porque es importante hablar de estas cosas, incluso si a veces me siento avergonzado o expuesto. Eso no era una razón para no hablar de ello. Si más gente hablara de estas cosas, todo iría mejor.

¿Le importa si la gente viene a sus conciertos por su libro o por su música?

No me importa, porque es un todo. La música dice cosas que yo no puedo decir y yo también hablo. Al final es gente escuchando música ¡Qué cosa más hermosa! También porque si vienen quizás luego se van y escuchan más de esa música en Spotify; eso es algo fantástico.

¿Cómo es ser una estrella?

No creo que sea una estrella (ríe). No me parezco nada a una estrella del rock: no fumo, no bebo, no follo... Todo lo que quiero hacer es tocar el piano y conseguir que venga el máximo número de personas a escuchar la música que amo.

Sin embargo, aparece a tocar desaliñado y con sudadera y se le califica como una estrella del rock en la música clásica...

Eso es extraño: no hay un razón por la que tengas que llevar cierto tipo de ropa para tocar. Imagina a Muse, que toca en grandes estadios. No les llamarían para decirles: quiero que toquéis en Wembley pero con chaqueta y corbata. Se reirían. Yo llevo la ropa con la que estoy cómodo. Es muy incómodo tocar con una chaqueta. ¿Por qué eso importa? Lo único que importa es la música.

¿Se imagina recorriendo macrofestivales, grandes estadios con su piano?

Me encantaría, he hecho algunos festivales en Inglaterra. A veces el tema del sonido es complicado pero tocaría en cualquier parte que haya un piano y gente que escuche. ¿Por qué la música debe estar encasillada en auditorios como este?

Fue el primer pianista clásico en firmar con Warner „ahora tiene su propio sello„. ¿Cómo se llevaba con los ejecutivos?

Era algo nuevo para ellos y para mí, pero fueron muy amables. Empecé mi nuevo sello porque quería hacer cosas diferentes. De hecho he firmado a una cantante española que no es una música clásica, Marina Herlop. Hay sellos de clásica, de rock, de rap... Quiero que sea todo más inclusivo.

Durante los conciertos habla los autores que toca. Mozart, Bach, Chopin... Su biografía no difiere de la de las actuales estrellas del rock.

Pero es que todo el mundo tiene traumas, problemas, enfermedades... Lo grandioso es que estos compositores lograron crear algo a pesar de todas estas dificultades.

Para usted es importante explicar quiénes fueron estos tipos.

Sí, porque a menudo pensamos que Beethoven era un genio y no era humano. Por supuesto que era un genio, pero también era muy humano: se enfadaba, tenía depresiones... Eso es muy importante.

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