Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Enrique García: "Hay que recuperar el diseño social de Vives"

«Podría plantearse su canonización por el influjo sobre Ignacio de Loyola»

Enrique García: "Hay que recuperar el diseño social de Vives"

La Universitat de València va a crear la Escuela de Pensamiento Lluis Vives, con voluntad de convertirse en un espacio para la reflexión ¿Profeta en su tierra?

La historiografía inglesa ha recuperado su figura y se empieza a considerar que hubo un beneficio mutuo. Hoy día incluso se podría plantear su canonización por el gran influjo sobre Ignacio de Loyola, Juan de Ávila, Juan de Ribera, entre otros. Ahora Valencia tendría que dar un paso más y editar toda su correspondencia en edición exhaustiva y crítica, y una biografía científica moderna.

Expone que la aportación de Vives hace 500 años fue el humanismo cristiano. ¿Todavía vigente?

Vives nos enseña el humanismo cristiano en un libro sobre el humanista, para él alguien que quiere ser humanista debe primero empezar por comportarse como verdaderamente humano.

¿Aunque fuera un cristiano nuevo?

Precisamente por eso fue un humanista cristiano que entendía que la dignidad estaba en la virtudes no en la sangre. Es verdad que era descendiente de conversos, pero eso no afectó tan negativamente a su curso vital, creo que al contrario, le sirvió para definir mejor su pensamiento, para ponerse en pie de igualdad con un Moro y un Erasmo, sin complejos, y los dos, que sabrían de sus orígenes, no hicieron acepción de su persona.

¿Cuál fue su relación con Tomás Moro?

El libro es como la biografía de personas concretas que con sus propios afanes, miserias y grandezas configuran la herencia de Europa. Ambos fueron amigos y testigos privilegiados de su siglo, pero no por eso pensaban igual en todas las cosas. Vives sabía que en lo que respecta a la dignidad de la persona humana había muchas opiniones, con argumentos contrarios igualmente válidos, de ahí que hubiera errores y engaños en quienes no investigaban sobre la vida «con miras elevadas».

¿Por qué fue clave el divorcio de Enrique VIII y Catalina de Aragón?

La trabazón de Inglaterra con Europa se hizo a través de su alianza con España, y concretamente gracias a Catalina de Aragón, y sobre todo por la causa de nulidad de los reyes, o como siempre se dijo, de divorcio. El divorcio ha sido objeto prioritario de mi investigación y cómo Vives hizo todo lo posible por evitarlo y luego por defender como abogado a Catalina, lo que le llevó primero a la prisión y luego al exilio, expulsado de la corte inglesa por su fidelidad a la reina. El divorcio tuvo consecuencias políticas y religiosas irreparables.

Vives es europeísta. ¿Dónde va Europa?

En el libro aparece el universo casi invisible de redes culturales transnacionales, encarnado en personas concretas que con sus propios afanes, miserias y grandezas configuran la herencia de Europa. Creo que ni Vives, ni Moro, ni siquiera Enrique VIII hubieran secundado el Brexit. Precisamente ellos buscaban ante todo un mayor protagonismo de Inglaterra en Europa.

¿Vives es más importante en Brujas que en Madrid?

Diría que sí, quizá porque fue allí donde pasó la mayor parte de su vida y donde murió. Habría que recuperar su diseño social, pedagógico y cultural en general. Y también su visión política de Europa, porque creía que la cultura era generadora de identidad.

En la historia del pensamiento Moro tiene su capítulo. ¿Qué hay que hacer para que Vives lo tenga?

Moro escribió uno de los elogios más grandes que se podía hacer de un humanista en una carta a Erasmo, afirmó que ambos tenían un mismo sentir. He intentado que Vives tenga más protagonismo en Valencia, en España y en Europa, y precisamente quien me ha ayudado ha sido un inglés excepcional, me refiero a su amigo Tomás Moro.

Compartir el artículo

stats