Han pasado 20 días (se iba a estrenar el 17 de octubre), desde que el Sawyer en versión femenina de La Teta Calva debía haber visto la luz en la Escalante. En ese escenario se quedaron ensayando los actores a pesar de las deficiencias de la sala, pues la zona de las tablas quedó intacta.

«Se han ido creando muchas expectativas durante este tiempo y teníamos ganas de estrenar», comenta Xavo Giménez, coautor de esta adaptación junto a Laia Cárdenas. Los motivos de la expectación residen tanto en el texto, el celebérrimo relato de Mark Twain con una vuelta de tuerca en el cambio de sexo del protagonista, como en las cifras de una producción de gran formato: en el montaje habrán participado durante estos meses unas 30 personas; 15 de ellas estarán presentes en las funciones y la obra consta de 8 actores, algo inusual para el teatro infantil salvo en las producciones de Escalante. «Montajes como este te dan tiempo, sobre todo, que es lo que te permite contar con más dinero. Además, dignifican la profesión», remarca Giménez.

El responsable del montaje apunta que las molestias por el traslado de teatro han sido mínimas ya que esta es una obra concebida para girar, tanto por salas valencianas como por los teatros del resto de la península, una vez el texto sea traducido al castellano. Hoy los niños empezarán a juzgar este T. Sawyer.