Presten atención a Marcos Chicot (Madrid, 1971). El finalista del Planeta es un escritor hecho a si mismo. Con un gran nivel de confianza que se autopublicó en internet la novela El asesinato de Pitágoras después de quedar cuarta en Planeta y tener el compromiso de la editorial de publicarse cuando pasarán los peores años de la crisis. Es el ebook más vendido en el mundo en lengua española. «Es un ejemplo y una excepción», reconoce Chicot, pero explica que esa vía nueva, la de publicar en la red, también abre las puertas a las editoriales, muy atentas en internet.

Con El asesinato de Sócrates sigue en la Grecia clásica, la cuna de nuestra civilización «poco tratada». «En la Grecia clásica en muy pocas décadas se produce el big bang del ser humano tal como somos. Se alcanza la perfección en la arquitectura, escultura, pintura, música, medicina, y aparecen los grandes literatos, la primera democracia del mundo y los juegos olímpicos. No tenemos otro periodo donde eso ocurra tan rápidamente, ni de forma tan esplendorosa», sostiene.

Pero que nadie espere un tratado filosófico. Es un relato muy contemporáneo, escrito para el gran público con todos los elementos de un thriller. Con capítulos cortos, siempre con intriga y emoción.

La obra dispone de distintos niveles, desde el más superficial, al más didáctico, pasando por un auténtico dominio del imperio ateniense. Aunque la acción se desarrolla en el siclo V antes de Cristo es «una invitación a la reflexión». Toca todas las facetas, también la política.

Paralelismo

«Es la primera democracia del mundo, cada nueve días se reunía la asamblea, y les pagaban. Tienen dinero para pensar y construir sus grandes templos. No puedes concebir Atenas sin la concepción política. Continuamente están tomando decisiones», cuenta Chicot. «Era consciente que al reflejar esa dimensión política la gente iba a encontrar ese paralelismo con la actualidad, porque es normal comparar la primera democracia del mundo con las últimas, la nuestra, porque el ser humano es el mismo», añade.

Cuando se le pregunta quién sería el Donald Trump de la Grecia clásica, enseguida responde: «Cleón, Cleofonte y Alcibíades los tres grandes demagogos de la guerra del Peloponeso, que hicieron que durara 27 años». Una reflexión que le lleva a otra. «No hemos encontrado mecanismos para blindar la democracia de los demagogos. El demagogo es el producto inevitable de la democracia».

Primero fue Pitágoras, ahora Sócrates y ya está con Platón. Marcos Chicot quiso ser escritor profesional siempre, pero hace siete años nació su hija con síndrome de Down y «necesito que la literatura sirva para mantener a mi familia, para darle un futuro a mi hija, que lo va a tener más complicado». Arriesgó y lo consiguió, con jornadas maratonianas que le llevan al máximo agotamiento físico. «Una vez tuvieron que venir los de urgencias a casa por puro agotamiento. Cuanto más se esfuerce el escritor más fácil lo pone al lector», dice.

Dona el diez por ciento de sus novelas a fundaciones de ayuda a personas con discapacidad. «Estoy orgulloso de mi hija y soy el padre más feliz del mundo».