Cuarenta y cinco años después de que Camilo Blanes Cortes/Camilo Sesto se convirtiera en número 1 con «Algo de mí» y arrancara una de las carreras internacionales de más éxito de la música española, ha sido reconocido como hijo ilustre por su ciudad natal, Alcoy. En una jornada memorable para el artista, de 70 años, pero también para quienes participaron el homenaje institucional, Camilo Sesto fue proclamado hijo predilecto y recibió la medalla de oro de su ciudad.

Fue una noche de gran gala, tras una mañana emotiva. El Teatro Calderón, donde no cabía un alfiler, la Corporación Musical Primitiva preparó el camino al acto oficial tocando un remix de temas de Camilo Sesto, que llegaron al corazón de todos: fans, alcoyanos en general, amigos, familiares, la corporación municipal en pleno y todos los cargos públicos locales. El propio artista llegó al cielo con la versión sinfónica de «Amor amar». Mientras tanto, la emoción se desbordaba también en la Plaça de Dins, donde el público se había ido concentrando para disfrutar del acontecimiento a través de una pantalla gigante. Un concerto antiguo de Camilo en Miami había servido para abrir el apetito.Dentro del teatro, acabado el recital, llegaba el momento de la verdad, con el discurso del alcalde Antonio Francés, que lo calificó como «el más universal de los alcoyanos», para entregarle después la medalla de oro -que el artista besó repetidamente- y luego el diploma. Todo ello entre gritos de «Camilo, Camilo» y aplausos y ovaciones del público.

Todo el mundo tendrá sus recuerdos, pero para muchos serán muy especiales. Como para Verónica Zendejas, de Jalisco y llegada desde Los Ángeles -«Tres aviones, tren y taxi», explicó- o para Pepi Rubio, del Club de Fans de Alcoy, y «seguidora de toda la vida», La poetisa Mercedes García, de Madrid, o Pepita Carbonell y Eugenia Ors, de Santa Pola.