El talento joven valenciano llega más allá de la Comunitat Valenciana. Carlos Vidal, de 12 años, alzó el domingo el primer premio en el concurso de instrumentos de cuerda Ciudad de Vigo. Vidal triunfó con su violonchelo en la categoría A del certamen (aspirantes de hasta la edad del ganador). El valenciano asegura a Levante-EMV estar «muy contento» tras recibir un galardón que logró gracias a su interpretación de obras de Luigi Boccherini, David Popper o Joseph Haydn.
«Han sido muchos meses preparándome para el concurso». En concreto, desde el pasado verano. Pero no es la primera vez que Vidal se impone en certámenes. Madrid y Alcañiz son «plazas» en las que ha salido más que airoso.
Este joven valenciano asegura que se interesó por la música cuando solo tenía dos años, incentivado por su madre, profesora de música. Recuerda que con la misma edad tocó su primer chelo. «Uno muy pequeño», recuerda. Además, tampoco le es ajeno el piano, instrumento que considera necesario para su maestría musical. Quizás haya aprendido escuchando a Beethoven, uno de sus compositores favoritos, tal como señala él mismo. ¿El motivo? «Es fácil de tocar pero difícil de comprender».
Carlos asegura que quiere dedicarse a la música profesionalmente, aunque la biología marina es otra de sus pasiones. Así que no descarta este camino de cara a la universidad, aunque aún le quedan unos cuantos años.
En la actualidad, dice que en los estudios «me va bien», señala. Aunque matiza que le resulta a veces complicado compaginar las clases con sus estudios en el conservatorio donde ya cursa segundo de Grado Profesional.
Sobre las clases de música en el colegio, lamenta que el tiempo que se le dedica en el aula a la materia «no es suficiente», apunta este joven que cada día emplea tres horas a tocar el violonchelo y al que le «encantaría» formar parte de grandes conjuntos de la tierra como la Orquestra de Valencia o la de la Comunitat Valenciana.
Nacido en 2004, Vidal comenzó sus estudios de música con dos años, en la Escuela de Música de Albal. Posteriormente, recibió clases de violonchelo en Barcelona, disciplina que continúa estudiando en la actualidad en Madrid, al tiempo que es alumno del conservatorio José Iturbi de Valencia. Además, canta en el coro Pequeños cantores de Valencia.
Cuando la Asociación Galega de Instrumentos de Cuerda (AGIC) creó el Concurso Ciudad de Vigo, pensaba que su ámbito sería el autonómico. Solo cinco años después, ya se ha convertido en un certamen conocido y valorado en todo la península ibérica. El prestigio que ha alcanzado la cita en tan poco tiempo y la fama de competición con buen ambiente e incentivadora atraen a aspirantes de todo el territorio español y también del portugués. De hecho, de los 10 ganadores de la quinta edición, que se clausuró el domingo en el Conservatorio Superior de Música de Vigo (CSMV), solo dos son gallegos. El público pudo comprobar el talento de estas promesas, a las que el jurado les vaticina un gran futuro. También serán los encargados de estrenar la próxima edición, en un concierto como solistas acompañados por la orquesta del CSMV
El violinista Enrique Iglesias, miembro del jurado desde la creación del concurso, destacó el «nivel altísimo y muy sorprendente» de los candidatos que, durante tres días, tocaron ante ellos. El músico de la Orquesta Sinfónica de Galicia y director de su agrupación infantil, señaló que había alumnos de las mejores escuelas del país, como la Reina Sofía, pero también otros de conservatorios «que llegan a hacerles frente».
