«Hacer películas como esta, con los medios que dispone este país, es muy difícil». Es la conclusión que ha extraído Miguel Bardem tras rodar su última película, 22 ángeles, el telefilme histórico que narra el periplo del médico valenciano Francisco Xavier Balmis, en su búsqueda por la cura de la viruela durante el siglo XIX. «Ha sido muy complicado. Otras producciones similares cuentan con 6 millones de euros en Estados Unidos, mientras que nosotros sólo hemos contado con 1,2 millones de euros», aseguró el director de la cinta producida para TVE, y que ha contado con la colaboración de CulturArts, a través del IVAC. La película, que se ha rodado en Galicia y la Comunitat Valenciana, se estrenará el lunes a las 22.50 horas en La 1.
«Es injusto que Balmis sea una figura tan desconocida», añadió ayer Pedro Casablanc (B) durante la presentación de la película en los ABC Park de Valencia, donde los actores tuvieron la oportunidad de ver por primera vez el resultado de su trabajo. Casablanc, afincado en el municipio valenciano de Catral, se reparte el protagonismo en la cinta con la actriz María Castro (Sin tetas no hay paraíso), que interpreta a la rectora del hospicio gallego de donde el médico reclutó a 22 niños para transportar la vacuna a las colonias españolas.
«Estar embarazada durante el rodaje me permitió vivir aún más la historia, ya que mi personaje cuenta con una gran carga maternal», explicó Castro, que el pasado mes de junio dio a luz a su primera hija, Maia. A la presentación, también acudieron Toni Miso, el actor valenciano José Sospedra, Sara Illán, y el compositor valenciano Luis Ivars, encargado de poner la música al telefilme, que nace de la novela de Almudena de Arteaga Ángeles custodios.
Más de 50 actores y 500 figurantes han participado en este proyecto que se ha grabado en los municipios de El Ferrol, Tui, Alcalá de Henares o Madrid para escenificar la trama que se desarrolla en tierras gallegas, y Gandia, Benicàssim o Alfahuir para acoger las secuencias que se desarrollan en las colonias españolas en América. La misión del médico alicantino „financiada por la corte del rey Carlos IV„ comenzó en 1803, cuando la enfermedad diezmaba a la población. Se calcula que gracias al descubrimiento de Balmis se salvaron más de 30 millones de personas.
