Su restaurante pudo ser una máquina de hacer dinero. Pepa Romans sabía la clave del éxito. Sus arroces y putxeros triunfaban. Pero a la chef de Ondara, que abrió en 1986, cuando ya tenía criados a sus cinco hijos, Casa Pepa, no le llenaba hacer caja. Quería dar felicidad a sus comensales. Reírse junto a ellos. Compartir. Su cocina, expresión del acervo gastronómico de la Marina Alta, ya era exquisita. Pero decidió darle una vuelta. Innovar sin perder la esencia. Y así Pepa Romans y Casa Pepa, un restaurante rodeado de naranjos, a trasmano (los buenos establecimientos hay que buscarlos), se convirtieron en referentes de una tradición culinaria renovada.

Romans falleció el martes a los 72 años. La enfermedad la tenía postrada en una silla de ruedas, apartada de los fogones que eran su vida. Sin embargo, su legado ya estaba a salvo. Sus hijas Sole y Tona Ballester dirigen ahora Casa Pepa, uno de los establecimientos reconocidos por Levante-EMV en su guía 55 mejores restaurantes de la Comunitat Valenciana. Su pérdida es un golpe para la Marina Alta. Su influencia trasciende la gastronomía. Romans rompió el anonimato de las mujeres en la cocina. A las cocineras se las relegaba a mantener la tradición culinaria, mientras que los chef tenían vía libre para experimentar. La cocinera de Ondara se rebeló contra ese encasillamiento. Ella guardaba el secreto de la perfecta ligazón entre tradición e innovación. Casa Pepa mantiene desde el año 2000 la estrella Michelin. El chef Miguel Ruiz subrayó ayer que Pepa no lo tuvo fácil cuando en un pueblo como Ondara se lanzó a la aventura de renovar el recetario de siempre. «Debió pasar lo suyo. Pero el esfuerzo valió la pena. Pepa no pensó nunca en ganar dinero, sino en el placer y la felicidad de sus comensales».

El funeral, celebrado ayer en la iglesia de Santa Anna de Ondara, fue multitudinario. Asistieron, entre otros, el artista Joan Castejón, la presidenta y la gerente de los empresarios de hostelería y turismo, Cristina Sellés y Reme Cerdá, el concejal de Promoción Económica de Ondara, José Ramiro, el alcalde de El Verger, Ximo Coll, o el gerente de la Mancomunitat Cultural de la Marina Alta, Jovi Lozano-Seser.