¿Cómo es el público paquistaní?
Islamabad es la ciudad donde residen el gobierno del país y la comunidad diplomática. El perfil del habitante no es el paquistaní habitual que pueda vivir en las metrópolis de Karachi o de Lahore, o en otras zonas del país. La mayoría de los asistentes pertenecían a una pequeña minoría educada en inglés y con estándares occidentales, por lo que no son representativos del público en general. Tenía previsto haber realizado unas actividades en un centro de música tradicional, pero tuvieron que ser anuladas pues la fecha de mi viaje fue justo el día después del trágico accidente aéreo en el que perdieron la vida 48 personas y la compañía canceló muchos de sus vuelos, que retrasaron mi llegada a Islamabad.
Entre tanto enfrentamiento en el país, ¿qué cree aporta la música?
La problemática de Paquistán no se vive con tanta intensidad en la capital. Aunque los controles policiales y militares son muy habituales, la ciudad vive una situación muy diferente a la de otras zonas de conflicto como Baluchistán o Cachemira, donde se suceden los ataques terroristas. Tras el concierto me preguntaba una periodista paquistaní si no había sentido miedo por ir a Paquistán, y me agradecía el que hubiera traído un poco de normalidad al país a través de la música.
Está acostumbrado a conciertos internacionales. ¿Echa de menos ser más profeta en su tierra?
Claro que me gustaría poder dar conciertos en España en general y en Valencia en particular. El problema, o la suerte que tenemos en esta tierra es que existen muchísimos músicos y es difícil dar cabida a todos nosotros. Pero sí, por supuesto que quisiera dar más conciertos, o tocar con más orquestas españolas.
¿Qué tiene la guitarra que llega a todo el mundo, más allá de las nacionalidades?
No es la guitarra, sino la música la que traspasa las fronteras. Considero que la internacionalidad de la guitarra estriba precisamente en su carácter hispano. He tenido la suerte de encontrarme con la guitarra, y me siento muy feliz con ella. Pero más allá de un guitarrista me gustaría hablar de mí como de un músico que toca la guitarra. No obstante por razones obvias, el repertorio español y el latinoamericano es el que más suelen solicitar en mis conciertos. Precisamente creo que al no renunciar a las raíces populares de nuestro instrumento, es cuando éste se hace verdaderamente universal.
¿Los españoles tienen un arte especial para tocar la guitarra?
Existen grandísimos intérpretes de guitarra en todo el mundo, pero me gustaría creer que los españoles, al menos los de mi generación y en lo que respecta al repertorio ibérico, jugamos con cierta ventaja, por conocer la música popular en el que a menudo se han inspirado las composiciones de autores españoles. Es una lástima que la música tradicional y folclórica a penas tenga sitio en el nuevo mercado de la música globalizada. En el siglo pasado las formaciones populares con guitarra e instrumentos de cuerda pulsada (rondallas) sembraban nuestra geografía, y hoy en día es difícil encontrarlas. Déjame hacer una pequeña reivindicación, creo que en general se podría hacer más esfuerzo por fomentar la guitarra en nuestro propio país. Valencia por ejemplo ha sido tierra de guitarreros y cuna de algunos de los guitarristas más importantes y, sin embargo, la guitarra española no tiene la relevancia que entiendo merece.
