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Crítica musical

Viena en Valencia

Obras de Johann Strauss II

Sala Iturbi. Palau de la Música (valencia)

Orquestra de Valencia. Yaron Traub, director. Ofelia Sala, soprano

Grandioso éxito musical y formidable acogida popular ante el programa de valses, czardas, polkas y marchas preparado por el titular de la OV, Yaron Traub con la soprano valenciana Ofelia Sala, protagonista, con sus fragmentos de opereta, de los momentos culminantes de la noche. Hay que confirmar el excelente estado de la OV que, gracias al trabajo del maestro Traub, obtiene óptimos resultados en cada entrega. Desde el color obtenido por la cuerda hasta la impecable entrega de madera y metales pasando por la precisión rítmica de los percusionistas, evidencian la trascendencia de su paso por la otrora Orquesta Municipal.

La opereta vienesa hace lustros que consiguió la aceptación del público mundial. La saga de los Strauss vieneses incluye a Johann I, conocido como «el padre del vals», a su hermano Eduard, tambien compositor y a Johann II, calificado en su momento como «el rey de la opereta». Ofelia Sala escogió arias de Sangre vienesa, La bailarina Fanny Eissler y El murciélago con las que hizo lo que quiso: cantó, valseó y subió „sin red„ a las alturas vocales con la facilidad que confirma su excelente estado vocal, entonces€ ¿Por qué no se la escucha más en Valencia? Su carrera la ha llevado a todos los teatros españoles así como a los grandes escenarios de Nueva York, Munich, Tokio, París o Milán. La ductilidad de su instrumento la hace capaz de cantar Haendel, Mozart, Schumann, Verdi o Messiaen con toda comodidad, repleta de armónicos y con la proyección adecuada. Urge volver a escucharla.

Strauss tenía para todos: igual dedicaba una marcha a Napoleón que al Imperio otomano o la antigua Persia. Su Spanischer Marsch se inicia „y continua„ con un clarísimo ritmo de chotis donde el autor recurre hasta a las castañuelas. El maestro Traub la dirigió con naturalidad sin caer nunca en la caricatura. El público se volcó con cantante y orquesta en las Voces de primavera y Traub entudiasmó con El Danubio azul además de dirigir al personal en una apoteósica Marcha Radetzky. Una evocadora noche vienesa.

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