Una treintena de estudiantes valencianos de secundaria salieron a un paso de zebra para protestar contra la reforma educativa de Mariano Rajoy en 2012. Los hechos que sucedieron posteriormente ya son historia, pero dejaron una hemeroteca llena de literatura donde las fotografías de jóvenes sosteniendo libros ante las cámaras se grabaron en la retina. Esta imagen, que pasó a simbolizar lo que se conoció después como la Primavera Valenciana, supuso un antes y un después en la vida del céntrico IES Lluís Vives de Valencia, así como en la de miles de ciudadanos que observaron como la osadía de unos cuantos chavales consiguió hacer «despertar a toda la sociedad valenciana». Eso es lo que embaucó al dramaturgo Gabi Ochoa, y eso es lo que ahora pretende subir a las tablas en forma de pieza teatral.
Vives es el resultado de tres años de trabajo en los que se conjugaron el miedo y el impulso. Dos sentimientos que experimentó el propio dramaturgo valenciano en la plaza de San Agustín, justo un día después de que se iniciaran las primeras represalias policiales contra los manifestantes. «Ese día me disponía a ir a la concentración, pero cuando vi lo que pasaba desde lejos, sentí miedo. Era la primera vez que vivía algo parecido», asegura Ochoa.
Esta obra de la compañía Punto G „una coproducción del Teatre Escalante„ se estrenará el próximo 12 de febrero en el Teatre El Musical (TEM), ante la imposibilidad de poder representarla en el teatro de la Diputación de Valencia debido a las reformas que todavía están ejecutándose. El lunes comenzaron los ensayos en la Sala Off de Valencia, y a partir del día 8 de febrero empezarán las funciones dirigidas al público estudiantil.
Vives concatena dos historias grabadas en los muros del centro de la calle Sant Pau: la vida de Lluís Vives y la historia de una estudiante de secundaria cuya percepción escéptica sobre su futuro representa a toda una generación. Ambas historias viajan al pasado y al futuro para mostrar una evolución „o tal vez «involución„ de la sociedad valenciana y la pedagogía.
«Ha llovido mucho desde la Primavera Valenciana: el 15 M, el cambio político, los casos de corrupción... Sin embargo los hechos siguen despertando cierta fascinación. La obra es una reflexión desde retaguardia, ya que no trata de explicar los hechos que sucedieron, sino todo lo que supuso en una visión amplia. Es curioso que unos chavales de 15 años encendieran la mecha para que toda una sociedad cambiara», opina que Ochoa, ya que el dramaturgo considera que hasta ese momento existía «mucha autocensura» por parte de los autores a la hora de tratar ciertos temas en la Comunitat Valenciana, como la identidad o la política. «Hemos dejado atrás una época muy complicada en la que los artistas teníamos miedo a expresar lo que pensábamos por miedo a no poder trabajar, ya que decirlo implicaba tener que explicarlo, y sabíamos que eso sería complicado», asegura Ochoa, cuyo último trabajo sobre las tablas fue Las guerras correctas, historia dramatizada de la histórica entrevista entre Iñaki Gabilondo y Felipe González. «Procuro que todas las obras que hago estén muy bien documentadas. A veces descubres cosas inesperadas». De hecho, así ocurrió con Vives durante su proceso de gestación, cuando llegó a las manos de Ochoa Diálogos sobre Educación de Luis Vives, considerada como la primera reflexión sobre la educación en Occidente.
Reivindicar la figura de Vives
Sergio Caballero y Laura Romero son los actores que darán vida a los dos eslabones de esta historia. Caballero en la piel del humanista del siglo XVII, y Romero en la de la estudiante. Ellos se han servido de las otras dos obras de las que parte Vives, como son Mantente firme, el libro de la rapera británica Kate Tempest y La piedra oscura de Alberto Conejero, ganadora de cinco Premios Max.
El cantante Pau Alabajos pondrá la música en cada función, y José Marín realizará el montaje audiovisual. La obra está estructurada en tres partes, de donde emergen reflexiones que cuestionarán la transformación de la ideología en política, del pensamiento en herejía, y de la política en clientelismo. «La obra muestra como el miedo nos paraliza y nos hace inflexibles. Ha sido fácil combinar la historia de esta generación con la del humanista valenciano, ya que su vida estuvo repleta de injusticias, y tuvo que hacer frente a la persecución de la Inquisición por practicar el judaísmo». Esta persecución acabó con el asesinato de sus padres en Valencia, mientras él permanecía en Brujas (Bélgica).
Ochoa dirigirá siete funciones en el TEM, para después trasladar la obra al Teatro del Barrio en Madrid, con tres funciones. Esta previsto que tanto Ochoa como Pau Alabajos acudan a diversos centros educativos „como el IES Isabel de Villena de Valencia„ para impartir un taller sobre el trasfondo de la obra teatral. Cada centro puede contactar con el Escalante y solicitar una de estas visitas.
