¿Hay algo más común que un resfriado? Es también, sin duda, muy contagioso. Como contagiosa es la risa y ternura que pretende provocar Carles Alfaro (Valencia, 1960) con la obra de teatro Atchúusss!!! en el teatro Olympia.

En cartel hasta el domingo, esta pieza está basada en cinco relatos del escritor ruso Antón Chéjov (1860-1904) y protagonizada por un cartel «de lujo»: Adriana Ozores, Malena y Ernesto Alterio, Fernando Tejero y el valenciano Enric Benavent.

Los seis presentaron ayer en el teatro esta obra estrenada en La Latina de Madrid y que supone una «vuelta de tuerca» a los textos firmados con el seudónimo de Antosha Chejonte por el autor ruso para plantear «un homenaje al vodevil», un collage del humor atemporal, «tierno y crítico» del autor de La dama del perrito. Es «un viaje por la comedia a través de la mirada crítica y cáustica» de Chéjov, expuso Alfaro. Pero «no es exactamente un espectáculo de humor, porque parte del cariño que Chejov tuvo a sus pacientes como médico y a sus personajes como escritor», matizó Benavent.

Ambos han adaptado para esta obra cinco relatos del escritor ruso: La seducción, La institutriz, El oso, La petición de mano y Una criatura indefensa, que „intercalados con textos sueltos del autor„ dan forma a la historia de un anciano actor que termina como acomodador en un teatro, donde un día despierta tras haberse quedado encerrado toda la noche y recibe la visita de una serie de personajes, fantasmas «que forman parte de su propia biografía» y que «le hacen plantearse si está en la antesala de la seductora muerte», dijo el actor valenciano. «El espectáculo empieza con un punto muy chejoviano, muy intenso, y se inicia con un paseo por los subgéneros de la comedia, desde la comedia inglesa del primer relato hasta el último, más hilarante y ya cercano al clown», añadió.

Para Alfaro, Chejov es un «verdadero maestro de la caricatura» que aborda «de cuán estúpidos podemos ser todos, pero poniéndose él mismo el primero». A lo que Ozores añadió: «Lo bueno de la comedia es que pasa a través del tiempo, porque lo que vemos es la condición humana».

El peso de un apellido

La actriz admitió que el apellido familiar «pesa», porque nunca está «libre de ese pasado», aunque destacó que el hecho de tener una familia de artistas le ha «aportado muchas cosas».

Malena y Ernesto también se pronunciaron al respecto: la fama familiar es «una responsabilidad» pero también «un orgullo», dijo Malena. Ernesto por su parte dijo que sintió «vértigo» al saber que trabajaría con su hermana, con quien nunca antes había coincidido más allá de alguna participación conjunta en cortometrajes. «Me ha dado la oportunidad de conocer a Malena como compañera además de como hermana», explicó.

Por su parte, Fernando Tejero se mostró agradecido de trabajar con compañeros que «te traspasan, te piden y te dan cosas», un elenco que da «buenos mimbres» a la obra, dijo Alfaro.

Y ¿por qué la onomatopeya de un constipado para el título de la obra? Porque todos los personajes tienen algo en común: un resfriado.