La Asociación de Empresas de Artes Escénicas del País Valenciano (Avetid) mostró ayer su malestar ante la «competencia desleal» que a su juicio ejercen los teatros públicos en cuanto al precio de las entradas y los criterios de programación, por lo que reclamó una revisión de las políticas culturales.

Desde la entidad destacaron la importancia de llevar a cabo «una labor cultural digna y profesional» y reclamaron que las entradas de los espacios públicos tengan el mismo precio para los espectadores que las de los espacios privados.

Además, instaron a los teatros públicos a complementar su oferta con descuentos y promociones dirigidas específicamente «a los colectivos más desfavorecidos, como los jubilados, los estudiantes, las familias numerosas o los parados», para garantizar así que «todos puedan tener acceso a la cultura».

Todo ello, no solo en el área metropolitana de Valencia, sino también en Castelló, Gandia, Elx, Alicante y «el resto de poblaciones afectadas por esta situación».

«Rivalidades»

«Actualmente es difícil distinguir los parámetros de programación pública de los privados, pues en los teatros de titularidad pública aparecen constantemente 'rivalidades' de oferta programática, mezclando estilos y producciones de factura media y pequeña que podrían representarse en las salas privadas, con el agravante que en los escenarios públicos se pueden pagar cachés mayores y lanzar la venta de entradas a un precio muy inferior», añadieron.

Para los empresarios de artes escénicas, es «absolutamente necesaria» la organización de estructuras y fórmulas de programación entre espacios escénicos públicos y privados, para «no incurrir constantemente en esta problemática».

«El Teatro Rialto, un teatro público gestionado por CulturArts, ya ha sido muy criticado últimamente por la asociación de actores y actrices (AAPV) por programar teatro amateur en plena temporada alta», dijeron desde Avetid, y destacaron asimismo que teatros municipales como El Musical (TEM) o La Rambleta, «con unas dotaciones económicas anuales muy superiores a las de las salas privadas», ofrecen «espectáculos de factura media de compañías nacionales».

Estos teatros producen a menudo «espectáculos donde no contratan a profesionales valencianos, con muy poca incidencia además en las producciones de compañías valencianas», según las empresas de artes escénicas, que criticaron asimismo que el Palau de la Música «ofrece conciertos multitudinarios para adultos y niños a precios populares, o gratuitos, de agrupaciones que solían programarse en espacios privados».

«En definitiva, acciones de mucha visibilidad pero que no contribuyen a la construcción del tejido profesional valenciano y que en cambio, sí rivalizan con los teatros privados, que no pueden competir en promoción ni en dotaciones económicas», subrayaron.

Mayor comunicación

Por ello, Avetid destacó la «urgencia» de construir una estructura organizativa para el diseño de los modelos de programación entre los agentes culturales institucionales y los privados.

La entidad reclamó una «mayor comunicación» para evitar «las competencias desleales ante quienes llevan años intentando mantener vivo el teatro valenciano y su público».