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Entrevista

Inma Cuevas: "Lo ideal para hacer cultura sería tener un teatro en cada barrio"

La actriz participa en la obra «Historias de Usera», en el Principal hasta el domingo

Inma Cuevas: "Lo ideal para hacer cultura sería tener un teatro en cada barrio"

¿Qué vamos a ver en «Historias de Usera»?

Es la historia de un barrio, el de Usera, aunque podría ser el de cualquier ciudad de España. Es un homenaje al barrio donde Fernando Sánchez-Cabezudo instaló la sala de teatro Kubik, y que durante seis años fue sede de lo más exquisito del teatro. Ha hablado con los vecinos y le han contado historias entrañables. Sobre la escena hay además seis vecinos del barrio. Hay comedia y drama, con partes lorquianas, otras locas y cómicas, rockeras...

¿Estamos ante un nuevo «teatro ciudadano»?

Es un teatro cooperativo. Habla del pueblo con el pueblo, involucra al ciudadano en el día a día. El teatro era un lugar de encuentro. Lo ideal para hacer cultura sería instalar un teatro en cada barrio. Eso hace más vivo al ser humano.

Es una manera poco habitual de hacer teatro.

Esta obra no estaría tan de viva si no estuvieran ellos. Aunque el peso lo llevan los actores, ellos son los protagonistas de las historias.

¿Qué cuentan las siete piezas que forman la obra?

Son variadas. Está la historia de un sereno, la de un vampiro chino adolescente, la de una mujer que entra en locura porque cree que de joven tuvo un hijo y se lo robaron, la de un tranvía, como aquí en Valencia... Son historias que podrían pasar en cualquier lugar de España. Son temas universales. Las historias de barrio son del ser humano. El teatro tiene algo que es el aquí y el ahora y el directo con el público; sentir cómo respira el espectador, cómo escucha, cómo vibra y eso no se da en ningún otro medio.

Ha hecho mucho teatro y televisión. ¿En cuál se siente más cómoda?

En ningún sitio, si me sintiera cómoda estaría perdida. Me siento feliz en cualquier medio, pero es cierto que la sensación del directo con el público no lo da el audiovisual.

Le hemos visto hacer de malísima en «Vis a vis». ¿Qué tienen los malos que tanto atraen?

No esperaba hacer de Anabel. Fui a hacer la prueba para la gobernanta. Al principio tenía mucho miedo, porque desde siempre he hecho personajes muy inocentes y blancos. En la primera temporada sufrí bastante, aunque lo gocé como actriz porque evolucionaba y aprendía mucho. Un personaje malo cala mucho más, pero es duro porque tienes que adentrarte en lugares muy oscuros, de tensión y violencia.

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