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Entrevista

"Hacemos la televisión que queremos, sin presiones"

El director David Trueba y los actores Jorge Sanz y Eduardo Antuña presentan en La Rambleta el octavo capítulo de la serie «¿Qué fue de Jorge Sanz?»

"Hacemos la televisión que queremos, sin presiones"

Antes de empezar esta entrevista el actor Jorge Sanz se adelanta a las preguntas. Recuerda divertido que poco antes «unas señoras me han preguntado si estoy bien», alertadas por el título de la serie ¿Qué fue de Jorge Sanz? «´Pero, ¿te va todo bien?´, me dicen. Que sí, que sí, que cobro por ella», les explica entre risas. Y tanto que le va bien. Hace poco estrenó la película La reina de España, con Penélope Cruz, entre otros, y ayer presentó en La Rambleta un nuevo episodio -el octavo- de la serie que tanto alboroto levantó en este grupo de señoras preocupadas por el porvenir del conocido actor. Sanz estuvo acompañado por el director de la serie que emite Movistar+, David Trueba, y por otro de sus protagonistas, Eduardo Antuña. En esta nueva entrega, concebida como un episodio especial de hora y media de duración, la trama «es un poco más amarga», explica Antuña, quien interpreta al representante de Sanz que, evidentemente, hace de sí mismo.

Una «vuelta de tuerca»

Antuña adelanta que en esta octava entrega Sanz triunfa y se olvida de los amigos. «Es darle una vuelta de tuerca», matiza Sanz, quien desvela que «hay muchas sorpresas». Antuña por su parte destaca la «amistad» como uno de los valores que resalta este nuevo capítulo de la serie que se estrenó en 2010. Entonces emitieron seis episodios. El séptimo no llegó hasta cinco años después. Y el sábado llegará el octavo.

El propio protagonista asegura que se ve reflejado en muchas de las situaciones que plantea ¿Qué fue de Jorge Sanz?. Es más, «esta serie me ha sorprendido y he descubierto muchas cosas sobre mí; me ha ahorrado mucho dinero en psicólogos. Sacar tus defectos e ilustrarlos es un ejercicio muy sano. Y más si eres alguien expuesto a medios o redes sociales, pone los pies en la tierra», asegura el actor.

En opinión de Trueba, Sanz «tiene una cosa muy buena como actor y es que si le pides que represente la indignidad, que sea un miserable, que mire por encima del hombro, se lanza a ello, con todo, no se reserva ni guarda nada; para el trabajo lo da todo, incluso su persona», dice el también escritor y guionista.

Para conocer los orígenes de esta particular serie -«es única, nadie había planteado algo así», explica Trueba- hay que remontarse a, al menos, 2010. Sanz preguntó a Trueba si debía aceptar un papel en una serie a lo que el director le respondió que lo que debía hacer era interpretarse así mismo. Y ahí surgió todo, aunque al productor al que presentaron el proyecto no pareció gustarle la idea. «Me dijo que el público no la iba a entender, pero el público es más listo de lo que la gente se cree; es verdad que es un formato inédito en España, pero el espectador ya está acostumbrado a cualquier formato», apunta Sanz.

Aún así, se lanzaron. «Habría que hacer televisión sin camiones, sin equipos, como nos gustaría hacerla y verla», reivindican los actores. «Ha sido hacer las cosas como a nosotros nos gusta. Lo hemos hecho para liberarnos de las presiones, de los miedos a fracasar. Por no aceptar la televisión que me impongan», añade y coincide con Trueba y Antuña. «Esta forma de hacer una serie es muy libre porque no está sujeta a audiencias, producción... aquí hay libertad absoluta y eso no tiene precio», señalan.

Para Trueba, el salto del cine a la televisión es el «paso natural en estos momentos». Pone de ejemplo el caso de Estados Unidos. «Allí la industria lleva las películas hacia el infantilismo y la gente más madura con otras propuestas se refugia en aquella opción que permite más complejidad, y que es la televisión; ahora en nuestro país, como es habitual, llega 10 años después».

Sin embargo, asegura que el cambio de hábitos en el consumo audiovisual tiene también sus inconvenientes. «Aunque el momento es creativamente muy bueno, industrialmente es complicado porque lo difícil es saber cómo hacerlo económicamente sostenible», señala el director de cintas como Vivir es fácil con los ojos cerrados o Soldados de Salamina.

Sanz «para rato»

Por el momento, el próximo sábado estrenan la nueva entrega de ¿Qué fue de Jorge Sanz?, del que aseguran «hay para rato». «La idea es hacer el último capítulo con 80 años, ya jubilados», bromean. O no.

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