Supongo que estará ilusionado con sus primeras actuaciones...
Sí, es un inicio de temporada soñado. Empiezo en una gran feria como es la de Fallas y luego voy a otra plaza importante el 26 de marzo como es Madrid.
¿Le ha costado tener un arranque así?
Sí, en el mundo del toro nadie regala nada y lo que me he ganado en el ruedo es lo que me vale luego para continuar mi carrera.
¿Cómo está preparando su compromiso para la Feria de Fallas?
Estoy tranquilo, tengo mucha ilusión y muchas ganas de pisar València. Sé que va a ser un día clave en mi carrera. Es un cartel atractivo y una buena novillada.
¿Por qué va a ser un día importante en la temporada?
Me encuentro muy bien conmigo mismo, estoy feliz y delante del toro disfruto mucho. Esta actuación marcará mi trayectoria profesional. Sé lo que quiero y, a partir de ahí, he elegido el camino de la verdad y de la humildad. Como cualquier otro torero, lo que busco es triunfar pero, más allá de eso, quiero encontrar sensaciones que me hagan sentirme yo mismo.
¿El triunfo de Algemesí fue clave para entrar en Fallas?
Creo que sí, esa tarde me dio mucho porque Algemesí apostó por mí y ganamos ambos. Gracias a la paciencia y a la perseverancia de Luis Rubias, la comisión taurina accedió a ponerme y luego yo respondí en la plaza.
¿Cómo recuerda esa tarde?
Fue muy bonita. Respiraba unas sensaciones muy positivas. Ese día encontré el sitio para encarar el final de temporada con fuerza. El momento álgido me llegó cuando me olvidé de todo y dejé mis dudas detrás para sacar lo que llevo dentro. Fui fiel a mi mismo y afloró lo mejor de mi personalidad.
¿Se acuerda de «Afanado», número 2, colorado ojo de perdiz, de Alcurrucén?
Por supuesto que lo recuerdo. Tenía una embestida noble, humillada y profunda. Con ese novillo viví sensaciones únicas e, incluso, he llegado a soñar con él después de torearlo. Me hacía falta que llegara una tarde así.
¿Qué le aporta su apoderado?
Me ayuda en muchas cosas. En primer lugar, me transmite valores como persona y, en segundo lugar, me inculca la ambición que debo de tener como torero.
¿Con qué tardes de la temporada pasada se queda?
Aparte de la mencionada de Algemesí, en Garlín di una dimensión en el ruedo que desconocía y en Las Ventas empecé a creer más en mí mismo porque me cambió como persona y como torero.
¿Cuáles son sus referentes?
Me gusta fijarme en muchos toreros de la actualidad pero, sobre todo, he bebido de las fuentes de Dámaso González por su valor y por el temple que imprimía en cada muletazo. A Manzanares padre fue al primer torero que vi. Me fijaba mucho en su torería, en su hondura y en la forma que tenía de enganchar los toros con los vuelos de la muleta. Intento que mi toreo tenga su base.
¿Piensa en la alternativa?
Hay que ir paso a paso, esto es una carrera de fondo. Lo único que tengo en mente ahora es València y Madrid.
