Una joya pictórica que quizá muy pronto deje de estar definitivamente en tierras valencianas. Un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones que representa a don Felipe Vives de Canyamàs i Mompalau, caballero de la Orden de Montesa, obra del maestro valenciano del Barroco Jerónimo Jacinto de Espinosa, sale a la venta el próximo viernes en la Feria de Maastricht, la TEFAF. Esta feria de la emblemática ciudad holandesa, cuna de la Europa del 92, está considerada una de las muestras de antigüedades más importantes del continente. Que el cuadro, procedente de una colección particular de Valencia, entre a formar parte de los circuitos comerciales se debe al deseo de sus propietarios, lógicamente, pero también al desinterés de la administración. Este diario ha podido saber que la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español ha dado su visto bueno para que la pieza salga del país, habida cuenta de la pasividad del anterior ejecutivo autonómico, que desoyó los intentos de aproximación del dueño para venderlo a la Generalitat.
La pieza estará expuesta en Maastricht del 10 al 17 de este mes. En estos momentos, el cuadro ya no está en Valencia. Lo custodia la galería Caylus de Madrid, que es la que ya ha trasladado el cuadro a Holanda y la que gestiona su venta. Expertos consultados por Levante-EMV consideran «inexplicable» que la junta de valoración —organismo dependiente del Ministerio de Cultura— haya dado su beneplácito tan a la ligera. También apuntan que si el Museo de Bellas Artes de Valencia se interesa ahora por la pieza, deberá comprarla —llegado el caso—sometiéndose a un precio de mercado mucho más elevado que el que hubiera tenido lugar en una transacción con su dueño y sin comisiones de por medio. El antiguo San Pío V es el mayor depositario de la obra de Espinosa, de quien conserva una extensa colección
El cuadro puesto a la venta la próxima semana es un óleo sobre lienzo de 207 x 110 centímetros, datado en el año 1634. Su dueño es un descendiente del caballero reflejado en la tela. Está considerado el retrato más importante de todo el Barroco valenciano. Muestra a don Felipe Vives de cuerpo entero, vestido de oscuro y cubierto con un manto blanco de Montesa, con la cruz de la orden y largos cordones que sostiene con la mano y el brazo derecho. Lleva también venera, con la cruz de la orden, mientras que la mano izquierda se apoya en el pomo de su espada. Son de destacar los puños y la gorguera, tratados por el pintor en tonos azulados dada la costumbre de la época de almidonarlos con polvo de lapislázuli.
Maestro del retrato
Jerónimo Jacinto de Espinosa nació en 1600 en Cocentaina y desarrolló toda su carrera en Valencia. Los expertos consideran que tras la muerte de Ribalta en 1628 se convirtió en el pintor de mayor prestigio de la ciudad «y cabeza indiscutible de la escuela valenciana», añaden. Su producción fue copiosa y se conserva un elevado número de obras. Aunque centrado en la pintura religiosa hagiográfica, cultivó también el retrato. Este cuadro que ahora sale a la venta ejemplifica mejor que ninguno, a juicio de los especialistas, la pericia de este artista en dicho formato, sobre todo en la utilización de la gama de colores. Murió en 1667.
La obra de Jerónimo Jacinto de Espinosa está muy presente en Valencia, con cuadros como La cruz impresa en el árbol, Comunión de la Magdalena, Muerte de San Luis Beltrán o Retrato del padre Jerónimo Mos, todos ellos en el Museo de Bellas Artes, así como el Sacrificio de Isaac, de la parroquia de San Andrés. Del cuadro que se vende ahora en Maastricht se desconoce, hasta el viernes, su precio. Pero podría superar ampliamente los 100.000 euros, según el mercado.
