A pesar de las voces en contra que han surgido en las últimas horas, no parece que le Ayuntamiento de Madrid vaya a dar marcha atrás en su decisión de retirar el nombre de Max Aub de una de las salas del espacio cultural Matadero. El consistorio madrileño prevé aprobar en el pleno de hoy que la hasta ahora sala Max Aub pase a llamarse Nave 10.

Según fuentes cercanas al espacio de creación contemporánea, este cambio de nombre no se debe a «ningún agravio», sino a un «ajuste» a la nueva programación de esos espacios, ya que «no solo va a haber teatro de texto». Las mismas fuentes añadieron que no parece que el ayuntamiento vaya a replantearse la denominación de la sala.

Cuando se hizo pública la noticia, el dramaturgo Fernando Arrabal -que también pierde su nombre de una de las salas- arremetió contra la decisión municipal y aseveró que Aub «merecía su presencia en su amado Madrid». Ayer, además, se pronunció al respecto el autor y actor Albert Boadella, quien apuntó que «hay que andarse mucho cuidado» con «poner nombres a las salas de teatro» y que con los «contemporáneos hay que esperar».

«Ofensa gratuita»

Mientras, desde la oposición municipal en Madrid parece que hay consenso. La portavoz de Cultura del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Isabel Rosell, exigió ayer a la delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, la «restitución inmediata» de los nombres de Aub y Arrabal en las salas del Matadero porque es «una ofensa gratuita». Su queja llega tras conocerse la posibilidad de que las dos salas pasen a ser nombradas Nave 10 y Nave 11, tal y como se denominaban cuando este espacio cumplía su función de Matadero, como recoge el proyecto de Mateo Feijóo, ganador del concurso para dirigir este espacio de creación contemporánea dependiente del Ayuntamiento de Madrid. «La decisión de Mayer y su equipo es una ofensa gratuita a dos de nuestros grandes dramaturgos y una manifestación más del sectarismo y la ignorancia de los actuales responsables de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid», dijo Rosell. La edil instó a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, «a desautorizar a su delegada de Cultura y reclamar a Mayer que pida disculpas públicamente a los familiares de Max Aub y a Fernando Arrabal por este atropello cultural».

El PP «se felicita por la respuesta unánime del mundo cultural a la ofensa de la memoria de una gran figura de la España del exilio como Max Aub y al nombre del mayor dramaturgo español vivo, como es Fernando Arrabal».

Estas dos denominaciones fueron aprobadas en el Consejo de Administración de Madrid Destino. «No queremos pensar que esta decisión de Mayer sea un nuevo capítulo de la persecución ideológica contra el cesado director del Teatro Español», apostilló Rosell. «Es ridículo que el equipo de Mayer argumente para suprimirlas, que estas denominaciones no fueran aprobadas por pleno. No lo fueron porque no entran dentro de la ordenanza para la denominación de vías dado que no son espacios ni edificios independientes sino que son salas que se integran en un todo que es Matadero Madrid», concluyó la edil.

A estas críticas se sumó también ayer el PSOE municipal, a través de su portavoz de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid, Mar Espinar, quien pidió a Mayer, que mantenga los nombres de Aub y Arrabal en Matadero por el «enorme peso cultural» de ambos dramaturgos. «Con todos mi respeto a otras ideas, cambiar los nombres de Max Aub y Fernando Arrabal por los que parecen haber sido propuestos me parece, sin duda, un error tremendo», señaló Espinar, antes de pedir a los responsables municipales de Cultura «que den un paso atrás y descarten cambiar los nombres consolidados en espacios culturales de la ciudad».

El cambio de nombres fue decidido por el equipo que actualmente gestiona el espacio de titularidad municipal, formado por Mateo Feijóo, María José Manzaneque y Almudena Ávalos. Fueron elegidos a través de un concurso público el pasado mes de septiembre, junto a la valenciana Carme Portaceli, actual directora del Teatro Español, que se ha desvinculado de la programación de Matadero por primera vez.