«El sermón del bufón» teatro talia (valència)
Guión, dirección y escenografía: Albert Boadella
Para qué sirve un libro de memorias si puedes contarlas en escena? Esta parece ser la idea que articula El sermón del bufón, un monólogo que se transforma en diálogo a través del desdoblamiento de Albert Boadella en Albert-niño y Boadella-veterano artista. Mediante este mecanismo, el espectador no sólo puede hacerse una idea de su vida y de su trayectoria artística, sino que además asiste a sus contradicciones: por una parte, continúa siendo rebelde y transgresor; por otra se muestra reflexivo y lógico. La combinación de ambas facetas, aspecto que configura el personaje como tal, es imponente.
Albert - Boadella parece sincerarse sobre los episodios que han marcado su infancia, su vida y su desarrollo como persona y como bufón (calificativo que confiesa encantarle); cuenta trastadas infantiles, travesuras de adolescente, fechorías juveniles y, sobre todo, un sinfín de anécdotas con el humor que le caracteriza. Para su narración, no sólo utiliza la palabra, sino que el soporte audiovisual (a cargo de Alex Romero) se convierte en su aliado. Sobre una pantalla podemos ver proyectados retazos de distintos espectáculos de Els Joglars que ilustran el relato del actor. Cuando describe su experiencia con el montaje de La torna, el público ve proyectadas imágenes de la obra; al contar su estancia en la cárcel y su posterior fuga a raíz del estreno de Teledeum, también hace uso de este recurso, aportando fragmentos del montaje. Y así, con una extensa nómina de obras.
En el espectáculo encontramos a un Albert Boadella que opina y se posiciona en una amplia variedad de temas: Cataluña, religión, política, cultura, música, poesía o sus compañeros de profesión. Para todo tiene un criterio y en la mayoría de los casos no es el más conciliador. En su púlpito, con la estola al cuello y su tono satírico, hace un repaso por los personajes y temas de actualidad que no deja indiferente a nadie.
