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Entrevista

Miguel Falomir: "Todos dicen que el BB AA es el segundo después del Prado, pero nadie invierte dinero"

El historiador asegura que las exposiciones temporales deben servir para alentar la investigación

Miguel Falomir: "Todos dicen que el BB AA es el segundo después del Prado, pero nadie invierte dinero"

¿Cómo son sus primeros días al frente del Prado?

Llevo 20 años en la institución y también conozco a sus trabajadores. Los dos últimos años había estado como director adjunto y todo eso ayuda. Aunque es verdad que no es lo mismo que ser director adjunto, que director. La responsabilidad es mucho mayor.

¿Se ha quedado en el despacho del Casón?

El director tiene dos despachos, uno en el Casón, y otro en el edificio administrativo. He mantenido los dos. Soy mañanero y llegó al despacho antes de la ocho, así que las primeras horas estoy en el Casón, donde tengo tiempo para leer y trabajar. A partir de las 11.30 o 12.00 voy al edificio administrativo donde tengo todas las reuniones hasta las ocho de la tarde.

Quedan dos años para el bicentenario del Prado. ¿Ya en la preparación?

Sí claro. Todavía no hemos hecho público el programa porque se ha creado una comisión especial para la celebración que presiden los Reyes, y confío que antes del verano se presenten los actos principales de bicentenario.

¿Cómo debe ser el Museo del Prado del siglo XXI?

Lo más fascinante del Museo del Prado es que en el año 1985 estaba todavía en el siglo XIX, y en apenas 25 años se ha pasado del XIX al XXI. Hemos pasado de ser un contenedor de obras maestras extraordinarias que no daban los servicios de un museo moderno, a ser una institución que está en consonancia con la calidad de las obras que siempre ha atesorado.

Su programa es potenciar la pintura veneciana, Rubens y Velázquez.

Esas son las vigas maestras de lo que fue en su momento la colección Real que sigue siendo una parte fundamental del museo, aunque el Prado es algo más. Desde su fundación en 1819 ha adquirido mucha obra, ha dado protagonismo a pintores que no la tenían en la colección Real, ya sea El Greco o el mismo Goya.

¿Cuál va a ser el criterio para las colecciones temporales?

Seguir el mismo criterio que hasta ahora. La exposiciones temporales deben servir para afianzar y alentar la investigación dentro del museo. Las más interesantes son las que están ligadas a procesos más ambiciosos, como la realización de catálogos razonados, por ejemplo. Y hay otra línea, que es repensar las colecciones

Un primer balance de la exposición de la Hispanic Society.

Está funcionando muy bien. Es ambiciosa en cuanto al formato y número de obras. Es una muestra muy variopinta de objetos a lo largo de 3.000 años y cada día va a ir mejor, porque cuando uno viene la cuenta.

¿El Prado es el ejemplo de equilibrio entre turismo y cultura?

El Prado, como los grandes museos internacionales, nacieron como instituciones culturales, pero tienen una dimensión turística. Y para una institución cultural tener visitantes es bueno, y cuantos más vengan mejor. Y es importante mantener el equilibrio entre el alcance turístico y su esencia.

¿Sigue la actualidad cultural valenciana

La sigo, pero sin ejercer mucho de valenciano. Aunque de algunas cosas si que estoy al tanto.

¿Una receta para el Museo de Bellas Artes de València?

Lo mejor que pueden hacer es seguir el ejemplo del Prado. El Prado era un museo que hasta hace 20 años todo el mundo se le llenaba la boca hablando de lo importante que era. Siempre se recordará aquella frase de Azaña sobre que el Prado era más importante que la República o la Monarquía, pero luego a la hora de la verdad no lo dotaban de fondos. En València a todo el mundo le gusta decir que el Museo de Bellas Artes es el segundo más importante después del Prado, pero luego nadie lo dota. Lo primero es invertir dinero y que tenga una plantilla acorde a la excelencia de sus fondos.

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