Ángela Molina, Clara Lago, José Coronado, Ana Belén o Eduardo Noriega actuan por las páginas del libro A los actores, de Manuel Gutiérrez Aragón, galardonado con el Premio Ricardo Muñoz Suay al mejor libro de cine editado en España. Un galardón que se otorgará en València, y que el director general de la Academia de Cine, Joan Álvarez, anunció ayer que será el mes de junio en el Jardí Botànic, «y donde invitaremos a los protagonistas que salen en el libro».

«No en el Botànic, por aquello del pacto del Botànic, sino por la buena temperatura que ofrece en verano», se apresuró a comentar Álvarez en su primera visita como director de la Academia. Pero todo lleva al simbolismo de un acto que pretende revitalizar el audiovisual valenciano, una de las patas cojas del sector cultural. Así, que habrá que contar con la presencia de algunas de las grandes figuras de la escena española.

Esa era la sorpresa que Joan Álvarez tenía previsto en un su reunión de ayer en la Filmoteca, dentro del proyecto «Academia en red», una «espacio concertado» -según sus palabras-, con la intención de llevar actividades culturales, ciclos y premios a cada autonomía para el fomento de la cultura en un momento en el que «se empieza a salir de la crisis».

València fue la ciudad elegida para la presentación del proyecto. La Filmoteca acogió el encuentro que presidió el director general de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas acompañado de dos directivas de la Academia miembros, la actriz valenciana Amparo Climent y la guionista Alicia Luna.

Álvarez confirmó que desde la Academia quieren fomentar la participación de los profesionales y creadores de la cultura, por lo que estos de proyectos «estén en red» y que no se queden entre Madrid y Barcelona.

Plataforma de presión

Pese a que Joan Álvarez apenas lleva un mes en la dirección de la Academia animó a las distintas asociaciones y profesionales a que elaboren y propongan diferentes iniciativas para que la institución pueda coordinarlas y servir como «una especie de plataforma» o de «grupo de presión» para poder llevarlas finalmente al terreno práctico.

Entre los objetivos de la nueva dirección se encuentra el de abrir la academia a los profesionales y que estos formen parte de la entidad para poder «ver la manera en la que potenciar el sector valenciano» puesto que hay «muchos académicos y no académicos con gran trayectoria profesional que no se han acercado a la academia».

La Academia ha reducido los requisitos para convertirse en académico. En el caso de los guionistas, se ha pasado de la necesidad de tener tres títulos audiovisuales estrenados a uno, cifra que se requiere en la actualidad.

Del encuentro entre los representantes de la institución y profesionales del sector, surgieron algunas iniciativas que se estudiarán, como la de realizar un ciclo de cine independiente en València, traer algunos de los que se realizan en Madrid en relación a la figura femenina como el de «Las mujeres no lloran (o casi)», o acercar la industria española a la educación no reglada.

Álvarez puso el foco en el fomento de las mujeres en el cine a través de «un trabajo de crítica, debate e iluminación de las conciencias que es lo que podemos hacer nosotros». «Hay pocas mujeres en las especialidades más creativas del cine», reconoció, como se puso de manifiesto en la gala de los Goya.

Otro de los principales proyectos consiste en «llevar el cine a la escuela», ya que desde la Academia consideran que es «la única manera de crear unas audiencias favorables al cine español» y cambiar los «marcos mentales», ya que el cine español «no tiene buena prensa y hay que conseguir que sea apreciado desde la escuela», explicó.

Tirar de la experiencia

El programa Maestr@s es otra de las ideas que está impulsando la Academia del Cine, que parte de la idea de que la institución cinematográfica es «la mayor concentración de inteligencia colectiva y experiencia acumulada audiovisual que hay en este país», por lo que propuso que los académicos «pongan al servicio de la gente que está empezando su experiencia y ese conocimiento».

Entre los asistentes, estaban el secretario autonómico de Cultura de la Generalitat, Albert Girona; la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, y el director general del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos.