«Crear una editorial sonaba menos descabellado a medida que pasaba el tiempo. Intenté centrarme en otras cosas, pero al final me pudo la curiosidad». A sus 27 años, Alberto Haller, acaba de fundar Barlin Libros, una pequeña editorial valenciana de no-ficción con la que pretende salir adelante ante la falta de perspectivas laborales. «Al final te das cuenta de que hay que hacer lo que te gusta», confiesa. Él es uno de muchos jóvenes que se han visto atraídos por el fenómeno de las «microeditoriales». «Este movimiento viene de un creciente gusto por lo pequeño, lo artesanal y lo original, y no sólo ocurre en el ámbito de la edición», explica Haller.

Editoriales valencianas como Caliu -desde el modelo asociativo- o Sembra llibres - desde el cooperativo- nacieron desde cero con la palabra «independiente» como principal enseña. Y ya se han ganado el reconocimiento de parte del sector. De hecho, Valerie Miles, cofundadora de la revista Granta en español, una de las más prestigiosas del mundo, aseguró a Levante-EMV que las pequeñas editoriales han sabido guardar una relación «sincera» con el escritor, a diferencia de los grandes grupos, más centrados en el marketing debido a la crisis. «No creo que sea una idea de locos. El tiempo de las grandes editoriales ha pasado. Además, está claro que contra ellas no podemos competir, por ello, es todavía más necesario destacar nuestra identidad propia», apunta Haller.

Según el joven, muchas de las «microeditoriales» que han aflorado en València han sido de no-ficción por la influencia de la universidad, por lo que el ensayo o la biografía son sus géneros más frecuentes. Es el caso de Caliu Editorial, que despegó al albor de las manifestaciones estudiantiles con un libro, Universitat Perduda. «El principal objetivo es que la editorial sobreviva, aunque para ello sólo pueda dedicarse plenamente una persona», asegura Jordi Garcia, cofundador de Caliu, integrada por tres personas. Su último lanzamiento ha sido Invisibles, un compendio de artículos de mujeres sobre la masculinidad en la educación, y actualmente prepara cuatro ejemplares que podrán ver la luz próximamente en librerías que apuestan por estas organizaciones «micro», como La Repartidora, ubicada en el barrio de Benimaclet.

Esta tendencia ya cuenta con su propia cita en España: Literal, la llamada «feria de las ideas» que se celebra este fin de semana en Barcelona. A ella acudirán tres editoriales valencianas, como Caliu, Sembra Llibres y Pensaré cartoneras.

Objetivo: visibilidad

Según Alberto Haller, el gran reto de las microeditoriales es «conseguir visibilidad» ante el marketing «salvaje» de los grandes grupos. Este modelo posibilita trabajar a través de Internet, por lo que el editor puede viajar y dedicarse a otras actividades. «En mi caso, estoy yo solo. Barlin Libros está despegando. Pero me recompensa pudiendo llevar una vida a mi aire, sin tener que depender de fichar en la oficina», explica. A pesar de las facilidades, Haller asegura que se quedará en València, porque la ciudad «se está abriendo al mundo». «Siempre ha estado un poco cerrada sobre sí misma, y ahora está resurgiendo como un escaparate de cultura y diversidad».

El primer lanzamiento de Barlin Libros ha sido Magia cruda. Una biografía de Sylvia Plath, la primera traducción al castellano de la biografía de la poeta americana. En éxtasis, el primer estudio sociológico que se ha hecho sobre la famosa «Ruta del bakalao» valenciana, será el que según Haller catapulte a la editorial. La obra de Joan Oleaque saldrá al mercado el próximo mes de octubre. «Da las claves para entender por qué fue València el lugar en el que, de manera casi espontánea, miles de jóvenes decidieron salir y reivindicar el derecho a divertirse», apunta.

Para el joven, sus libros cohabitan bajo el concepto de «academia pop», la «frontera entre la academia y la calle». «Son aquellos libros de interés para un público generalista, aunque con el rigor propio de la academia. Conservan la minuciosidad de un estudio universitario, aunque los temas que tratan no tienen porqué serlo de manera necesaria», explica. Dentro de este paradigma también publicará una obra sobre la Transición española, con la firma de la ilustradora valenciana Ana Penyas.