Es una tarde de verano en cualquier municipio de la Ribera, la Safor o l´Horta. Empieza a caer la noche y en la plaza las sillas ya están acomodadas. Un camión se convierte en escenario con sus correspondientes decorados mientras varios artistas calientan la voz. En breve dará comienzo un espectáculo único, digno del «Palau»: la ópera Bastián y Bastiana, del compositor Mozart, interpretada al aire libre, gratuitamente y en valenciano por tres cantantes del Centro Plácido Domingo y un piano.

Se trata del último proyecto del Ayuntamiento de València, la Diputación y el Palau de les Arts para acercar la ópera a un público diferente, que «normalmente no acude a Les Arts o no tiene posibilidad de pagar una entrada o llegar a la ciudad»

El programa, Les Arts Volant, nace con el objetivo de llevar a las calles un espectáculo que se podría ver en el coliseo operístico de València, haciéndolo más accesible y permitiendo que se conozca «el discurso cultural del ente».

En esta primera ronda, habrá cuatro representaciones en diferentes barrios de València ciudad y diez más en municipios de varias comarcas. «Queremos acercar cuánta más gente posible a la casa de la ópera y que descubran que es suya», asegura Davide Livermore, director artístico de Les Arts y promotor de este proyecto.

Encuentra su inspiración en la compañía de teatro La Barraca, con la que Federico García Lorca y Miguel Hernández representaron obras de teatro clásico español en más de setenta pueblos antes del estallido de la Guerra Civil. Salvando las distancias, Les Arts ha creado su propia compañía itinerante que viajará en un gran camión adaptado para transformarse en un escenario móvil.

Ópera sin etiquetas

«Este es un país con mucha afición a la música», aseguró el secretario autonómico de cultura Albert Girona, que quiso reivindicar que «la ópera tiene que quitarse esa etiqueta elitista, porque no es el golf de la música, es patrimonio de todos». Recalca que se trata «la suma de todas las artes», pues reúne literatura, música e interpretación.

Los encargados de poner rostros al proyecto, adelanta, serán tres cantantes del centro Plácido Domingo, que interpretarán esta historia de amor y magia, para la que han aprendido a cantar y a hablar en valenciano.

La sencillez de Mozart

La representación, una ópera prima catada y hablada, contará con tres voces: un soprano, un barítono y un Tenor que relatarán una historia de amor entre dos jóvenes que viven en un pueblo. Los dos están enamorados pero la inseguridad les hará recurrir- cada uno por su cuenta- a un brujo para sentir más atracción.

«Es una obra con una música estupenda y un escenario que recuerda al universo de Parnassus», detalla Livermore, haciendo un guiño al cine.

Las representaciones empezarán el 7 de julio, aunque todavía no se han cerrado las localizaciones. A partir del próximo lunes, 22 de mayo, se habilitarán los formularios en la páginas de Les Arts para que los municipios interesados puedan solicitar la representación.

Política y presupuestos

Xavier Rius, diputado de Cultura, asegura que «es obligación de todo gobierno que la ópera, como bien cultural, esté al alcance tanto de una persona de 60 años de Ademuz como deotra de 14 de Corbera», por lo que hay que invertir en proyectos de este tipo.

Glòria Tello, concejal de Cultura, reivindicó la necesidad de «descentralizar la oferta cultural» y Albert Girona, el secretario autonómico de Cultura y Deporte, aseguró que «la política cultural puede cambiar la calidad de vida de la gente».

Afirmaron que aunque la ópera es un formato más difícil para que llegue al gran público, es necesario acercarlo. «No podemos competir con círculos comerciales», asegura Livermore, «ni se puede subestimar a la ciudadanía, aunque no sea lo más cómodo, hay que hacer cosas que tengan valor», por lo que esperan que la inversión tendrá una buena acogida. «En dos temporadas hemos incrementado cerca de un 50% los asistentes al Palau de les Arts». «Una buena gestión cultural», afirma, «tiene efecto directo en la ciudadanía».

Respecto al tema económico, Francisco Ponciano, director Administrativo de Les Arts, es el encargado de poner los presupuestos sobre la mesa. Habrá catorvce actuaciones en esta primer fase y cada una de ellas costará 27.000 euros, que se distribuirán entre los tres entes públicos: un 28% el ayuntamiento de la localidad, un 66% la Diputación y un 6% Les Arts. El 63% del total son medios propios y sólo el 36% contratos externos.